Ante la escalada del conflicto entre Estados Unidos e Irán, que elevó al máximo la tensión en Medio Oriente, el presidente Alberto Fernández ordenó ayer subir los niveles de alerta y reforzar los operativos de seguridad en todo el país.
En un día marcado por la amenaza de represalias «abrumadoras» de Teherán a Washington por el ataque que mató al general iraní Qassem Soleimani en Bagdad, por pedido directo del Presidente se ordenó «reforzar los objetivos de Estados Unidos en el país», especialmente las aerolíneas norteamericanas que operan en la Argentina, la seguridad en los aeropuertos y pasos fronterizos. «Todo está diagramado por cada una de las fuerzas federales a cargo», señaló una fuente de la Casa Rosada.
Además, el Presidente instruyó al Ministerio de Seguridad para que tome contacto con la embajada de Estados Unidos para informar sobre las medidas que se tomaron e intercambiar información, aseguraron desde esa cartera.
Según señaló la fuente de Casa Rosada, también se tomará contacto con las embajadas de los países que pudieran estar involucrados en el conflicto «para estar a disposición de cualquier eventualidad o prevención necesaria».
Los niveles de alerta se potenciaron ayer en todos los pasos fronterizos, donde las autoridades de Migraciones locales tienen listados de Interpol con los nombres de sospechosos de terrorismo.
Simultáneamente, la Cancillería dio a conocer anoche un comunicado en el que expresa su «preocupación» por los acontecimientos en esa región, puesto que en un mundo «hiperconectado» las consecuencias se sienten «en todo el planeta». El texto recuerda los dos ataques terroristas sufridos por la Argentina, en la embajada de Israel, en 1992, y la sede de la AMIA, en 1994.
El comunicado de la Cancillería exhorta a las partes del conflicto a «trabajar en pos de una salida pacífica y negociada que evite escaladas que pongan en riesgo la seguridad internacional», y reclama la acción de las organizaciones multilaterales.
El viernes el gobierno había indicado que tomaba la situación con «cautela» y que estaba «evaluando los hechos» en Medio Oriente, pero que no aún no tenían «posición», ya que consideraban que el conflicto «no involucraba a la Argentina» y que no era necesaria una declaración urgente. Actualmente se encuentra en Buenos Aires el encargado de negocios de la embajada argentina en Irán, Carlos Salord, que mantiene informada a la Cancillería sobre la evolución de la situación.