La problemática compañía ferroviaria Northern Rail, que sirve el norte de Inglaterra, será puesta bajo control gubernamental, anunció el secretario de Transporte británico, en vísperas del Brexit.
La decisión, que despojará de la franquicia de la empresa al operador Arriva Rail North desde el 1 de marzo, se tomó después de años de interrupciones en el servicio.
El secretario de transporte Grant Shapps dijo que los pasajeros habían «perdido la confianza en la red ferroviaria del norte». Arriva Rail afirmó que «entendió la decisión del gobierno», pero que los problemas se debieron principalmente a «factores externos» como la infraestructura ferroviaria.
La compañía se ha enfrentado a una serie de problemas en los últimos años, incluidas cancelaciones y demoras generalizadas, y los pasajeros se quejan del caos ferroviario desde que se introdujeron nuevos horarios en mayo de 2018, y los problemas de puntualidad y confiabilidad han seguido afectando a la red.
Northern Rail también enfrentó desafíos debido a proyectos de infraestructura, huelgas y una flota de trenes envejecida. Su bajo rendimiento continuo le valió el apodo de ‘Northern Fail’ de los pasajeros frustrados.
Ante esta noticia, en AgendAR sólo podemos decir que si las concesionarias de servicios públicos en nuestro país fueran estatizadas por mal servicio, quedarían pocas en manos privadas.