(Un amigo, que no pertenece a la redacción de AgendAR, dijo una vez que el verdadero objetivo del portal es recuperar el orgullo argentino. No siempre, pero algo de eso hay. Esta nota, que no hemos encontrado en los medios gráficos hasta ahora, sino en tuits de la Asociación de Profesionales del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, nos hace sentir orgullosos de estos médicos y de la educación que los formó. Y también vergüenza por una sociedad que no sabe valorarlos).
Médicos del hospital de niños Ricardo Gutiérrez lograron reimplantarle el brazo a un nene de 6 años que tuvo un accidente hogareño con un secarropa.
El niño, que sufrió una “amputación del miembro superior izquierdo a nivel medio diafisario del brazo” (por arriba del codo) el 8 de este mes a las 18 horas, fue llevado en primera instancia a la sala de primeros auxilios Mattaldi, en Bella Vista. Ahí, por la gravedad del cuadro lo trasladan de urgencia al Hospital Larcade (en San Miguel) donde se estabiliza al paciente, se envuelve con paños húmedos y hielos y se decide trasladarlo al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, en la Capital Federal, por el antecedente de hace un año de un macro reimplante exitoso.
En ese hospital, en noviembre de 2018, se había operado a un chico de 5 años que sufrió la amputación de una de sus manos en un incidente con una escalera mecánica en la estación Constitución.
El paciente de 6 años llegó al Hospital de Niños alrededor de las 21, donde se lo preparó y se lo envió a quirófano. La cirugía de reimplante comenzó a las 21:30 y finalizó de manera exitosa cuatro horas después. En ese trascurso, los médicos estabilizaron “las fracturas de antebrazo y húmero, se reparó las arterias, venas, nervios y músculos consiguiendo una reparación completa de todas las estructuras a las 3 de la mañana con una perfusión arterial”.
Es la misma operación que se hace en los otros centros de salud más importantes del mundo.
El Dr. Ernesto José Varone, jefe del Equipo de Miembro Superior y Mano del hospital, decidió aclarar algunos puntos importantes en una serie de mensajes que también compartió en Twitter:
“Quiero aclarar que el hospital no cuenta con un equipo de reimplante sino con un grupo humano que ante la adversidad busca la forma desinteresada de ayudar al compañero que lo solicita, como lo hemos demostrado en innumerables oportunidades.»
«En esta ocasión se encontraban de guardia el Dr. Marcelo Tonizo, anestesiólogo, con la asistencia del técnico Carlos Moreno, las instrumentadoras Sonia Moya y Carolina Paula Fernández, los traumatólogos Nahuel Piñeiro y Dante Bornancini, los radiólogos Patricia Morales y Joaquín Ruiz, el cirujano vascular del Durand Marcelo Frosh y cirujanos de guardia del día que le colocaron una vía central para mejor manejo hemodinámico del niño.»
«A este grupo numeroso se sumaron las personas que vinieron a aportar su ayuda de diferentes formas, como el cirujano cardiovascular Andrés Rosso y los traumatólogos Juan Carlos Krauthamer y Marcelo Blanco, Jefe de División de Ortopedia y a cargo de la unidad 13 respectivamente.»
«Creo que el aporte más importante estuvo a cargo de los Dres. especialistas en reimplante Pablo Zancolli y Diego Piazza que por segunda vez se comprometieron a reimplantar un miembro en un niño por el placer de ayudar al prójimo. Sin haber conseguido luego de promesas de otras gestiones poder armar un equipo de reimplante público para estar siempre disponible para estas situaciones y no con la fortuna de las casualidades que hicieron nuevamente que pudiéramos suspender las actividades de un sábado a la noche y embarcarnos en esta aventura.»
«Quiero aclarar que los únicos de mi equipo que faltaron por motivos de la época del año fueron los Dres. Miguel Paz (mi mano derecha), el Dr. Mauricio García Lizziero y el Dr. Fernando Firrarello.»
«De tan numeroso equipo sólo yo tengo un cargo rentado llamado «guardias acostadas» que representa 112 pesos por hora, por lo que debo considerarme afortunado.»
«Los macro reimplantes son procedimientos que se hacen sólo en los centros de máxima complejidad del mundo y por escasos especialistas muy entrenados que requieren contar con muchas otras estructuras para poder llevar adelante el éxito de dicho procedimiento. Las exigencias no terminan luego de colocado el miembro, hay que someterlo a numerosos controles muy estrictos por muchos diferentes especialistas, entre ellos de todos los integrantes del equipo de reimplante.”
«Es un lujo poder estar en un hospital público que nos permite poder hacer semejante servicio a la comunidad, pero no podemos seguir dependiendo del azar, que todos los planetas estén alineados y una cadena de circunstancias fortuitas sigan jugando a nuestro favor, no podemos crear la falsa sensación de que todo funciona perfecto y debemos aclarar que esto sólo se pudo hacer por la colaboración de un montón de gente que por diferentes motivos pudo y quiso dar una mano para ayudar.»
En este breve video, un par de minutos, de un noticioso el Dr. Varone amplía su explicación. Sugerimos escucharlo: