Las declaraciones del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne a la agencia de noticias estadounidense Bloomberg están en la tapa de todos los medios locales.
En AgendAR nos parece lo más significativo de ellas el hecho que el gobierno ha decidido reconocer la seriedad de la situación en la víspera del «Supermartes». El día en que deben renovarse, o no, unos 30 mil millones de dólares en papeles nominados en pesos. Que es el mismo monto que se estaría pidiendo como préstamo al F.M.I. ¿Confía en las herramientas que ha usado hasta ahora el Banco Central para enfrentar la corrida cambiaria, o está dispuesto a recurrir a otras medidas? En unas horas lo sabremos.
De cualquier modo, estas afirmaciones de Dujovne describen un cuadro preocupante para este año, sea cual sea el final de esta coyuntura.
El ministro a cargo de la negociación con el FMI, afirmó en esa entrevista: «la tasa de cambio flotante ralentiza el proceso de desinflación. Por eso, como consecuencia de los movimientos del tipo de cambio, la Argentina tendrá más inflación y menos crecimiento».
«El país no está acostumbrado a que se vean los movimientos del mercado de divisas. El Gobierno sabe que la depreciación del peso golpea a la inflación. Pero la desinflación continuará en cuanto se calmen los mercados».
En la misma entrevista, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, dijo que «el peso argentino se encuentra en un nivel razonable» y señaló que «los activos argentino tienen valores atractivos».