La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) rechazó la decisión del Gobierno de aumentar las retenciones a la soja, pero aduce un motivo distinto al que esgrimen las entidades agrupadas en la Mesa de Enlace. Afirma que esa medida «castiga la transformación y el empleo en la Argentina».
Según los industriales aceiteros, la suba indiscriminada del 30 al 33% de los derechos de exportación de ese cultivo, «castiga la industrialización, el empleo y la mayor generación de divisas para el país, al ser el primer sector exportador nacional y líder mundial en estos productos procesados».
Declaró én un comunicado que el Gobierno ha establecido derechos de exportación inferiores para la harina de trigo, maíz, maní procesado, pescados procesados, entre otros, «apostando a generar empleo y mayores exportaciones de productos industrializados. Es por eso que proponemos que se aplique un tratamiento impositivo igualitario, para poder recuperar la fortaleza de la industrialización de la soja en nuestro país».
«CIARA entiende que el gobierno está enfrentando el desafío de lograr una deuda externa sostenible, pero estamos convencidos que se debe hacer con una lógica de construcción y defensa de la industria nacional. Los países competidores celebran esta medida, porque pueden desplazar a la Argentina de los mercados compradores, instalar fábricas de molienda en otros países, así como se profundizan las exportaciones de poroto de soja sin procesar».
Para la entidad, el proceso de primarización de la soja , que implica que su venta como poroto sin procesamiento, «atenta contra el desarrollo del empleo, la industrialización en el país y los precios locales a los productores, por lo que reduce la exportación de productos con mayor valor agregado y especificado el mayor ingreso de divisas «.
«Esa inequidad tributaria, instaurada hace dos años tras décadas de promover la industrialización en la Argentina, perjudica la diversificación de exportaciones a más de 60 mercados, la posibilidad de entrega anualizada de soja por parte de los productores, criterios más flexibles de calidad y precio a favor de los productores locales y la valoración internacional de la calidad de los productos industrializados argentinos, entre otros aspectos».
Por eso, insta al gobierno a que revise la suba de retenciones a la soja para «defender una industria nacional que busca aumentar exportaciones, diversificar mercados, expandir inversiones y proteger el empleo calificado».