En esta columna de opinión de ayer evaluamos que la actual caída en el precio del petróleo, si no era una coyuntura muy breve, hacía inviable las inversiones que se esperaban en Vaca Muerta.
Ahora leemos en un artículo de Infobae que hay preocupación no sólo en el sector privado, sino también en el Gobierno, que ya está analizando qué medidas tomar. Y agrega que en el Ministerio de Desarrollo Productivo van a convocar al sector petrolero para analizar qué medidas tomar.
El objetivo sería «no afectar la producción y el empleo en el yacimiento de petróleo y gas no convencional, que ya sufrió una fuerte contracción en sus niveles de producción desde fines del año pasado».
Según el periodista, el ministro Matías Kulfas, se reunió ayer con el presidente de YPF, Guillermo Nielsen , para analizar el tema, y resolvieron continuar con los encuentros, extendidos a toda la industria.
Las empresas sostienen -como es de esperar- que con un precio de USD 35 el barril, producir Vaca Muerta no es viable . Una posibilidad, dicen, sería fijar un precio mínimo, como ocurrió entre 2015 y 2017 con el “barril criollo”, pero ahora el precio considerado rentable se ubica en torno a los U$S 50 (el barril de Brent, el precio de referencia, está ahora en U$S 35…).
En AgendAR comprendemos la presión que ejercerán las provincias patagónicas y los sindicatos del sector. Pero subsidiar a las compañías petroleras, a costa de precios altos de la energía para las industrias y los hogares… Confiemos que Kulfas, y el presidente Fernández, recuerden la frase del veterano presidente de un banco oficial, bastantes años atrás «Ante el vicio de pedir, está la virtud de no dar».