La provincia de Buenos Aires -incluido el Gran Buenos Aires- tiene hasta ayer un total de 2.112 casos registrados de coronavirus, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 1.961. Pero, la provincia tiene cinco veces la población de la Capital.
Y en los últimos 3 días, la situación se hace más desequilibrada: el viernes 8, la Ciudad registra 130 nuevos casos, y la Provincia, 77; el sábado 9, 83 y 60, una y otra; y ayer domingo 10, 165 y 51.
Hay varios motivos que pueden contribuir a esta anomalía: Uno, el gobierno nacional está haciendo un intensivo programa de testeos en las «zonas rojas» del contagio: los geriátricos y las villas. En sí misma, no puede ser la única explicación: en el conurbano hay muchos más barrios marginales, y geriátricos, que en la Capital. Pero un intensivo programa de testeos puede sesgar las cifras en un momento dato.
Otra explicación posible la mencionó ayer Carla Vizziotti, la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación: la Ciudad Autónoma, al igual que la Zona Norte del Gran Buenos Aires, han tenido una cantidad mucho mayor al comienzo de la pandemia en nuestro país de viajeros que volvían de los países donde el virus ya circulaba masivamente.
En cualquier caso, los análisis epidemiológicos preveían un aumento general en los contagios para estas fechas. Y el gobierno, el nacional y los locales, ya no podían postergar una apertura, aunque fuera parcial y controlada, de la actividad económica. En el Gran Buenos Aires son las industrias, en la Capital son los comercios. El Área Metropolitana seguirá siendo zona de riesgo.