Desde la Secretaría de Comercio de la Nación, se anunció que ayer se convocó a los principales empresarios para que informen la estructura de costos de sus productos y cómo impacta el aumento del dólar. El motivo es la preocupación por los aumentos de precios, en especial los de consumo masivo, y su impacto en el “humor social”,
Entre las empresas convocadas figuran Danone, Mondelez, Mastellone, Molinos Río de la Plata, Arcor, Unilever, Kimberly Clark, Coca Cola, Quilmes, Molino Cañuelas, Baggio, Clorox, Adeco y Ledesma. Son las firmas cuyas ventas hegemonizan el consumo masivo.
En el Gobierno se decidió que el secretario de Comercio, Miguel Braun, convocara a esos empresarios para que expliquen por qué están aumentando los precios de los productos de primera necesidad. Y que los recibiera el subsecretario de Comercio Interior, Ignacio Werner.
El diario La Nación, molesto con esta desviación de la ortodoxia «neoliberal» hizo una irónica comparación con los métodos del actual ministro Francisco Cabrera y los del ex Secretario de Comercio Guillermo Moreno.
Pero lo cierto es que el gobierno está reconociendo que, en última instancia, quien decide el aumento de precios es el empresario, evaluando sus costos y su posible beneficio, y no «los mercados» o el «déficit fiscal».