La economía continúa recuperándose, y en el caso de la industria y la construcción se ubican en niveles similares a la prepandemia. Aunque a diferencia del crecimiento de mayo y junio, donde las tasas mensuales de expansión habían sido muy altas, ahora hay cierta moderación en la expansión de las distintas actividades. La industria trabajó en julio al 56,8% de su capacidad (no muy debado de febrero).
Según el Informe de Panorama Productivo del Centro de Estudios para la Producción (CEPXXI) del Ministerio de Desarrollo Productivo, en mayo y junio el pico de recuperación se debió a dos factores. En primer lugar, muchas empresas, pasaron de no producir a retomar la actividad; eso llevó a una base de comparación muy baja.
En segundo término, las reaperturas en sectores como el industrial fueron de la mano de recomposición de stocks, lo cual generó una mayor producción hasta nivelar el abastecimiento. El informe del CEPXXI destaca que un caso testigo de ello fueron las plantas productoras de cigarrillos, que operaron al 97% de su capacidad instalada en junio.
“Que las tasas de crecimiento intermensuales se hayan moderado no implica que se hayan detenido”, sostiene el informe. Al respecto, en julio la industria manufacturera creció un 2,1% mensual desestacionalizado (tras haberlo hecho al 12,3% en mayo y al 16,5% en junio) y la actividad de la construcción, que volvió a los niveles de febrero, lo hizo al 6,8% (tras haberlo hecho, desde bases muy reducidas, al 113,6% en mayo y al 37,5% en junio).
Tanto la industria, la construcción y el comercio, son los sectores a los que el Gobierno le pone buena parte de los esfuerzos para motorizar la recuperación. Fuentes oficiales le explicaron que “las 60 medidas que se preparan contemplan ejes de corto y mediano plazo”. En lo inmediato, se priorizará la reactivación de consumo a través de aquellos sectores que “traccionan más la industria nacional, que sea con menor contenido importado posible”. También en el corto plazo aparece la obra pública, y “lo que se pueda de obra privada, porque eso es empleo y eso consume dos insumos nacionales”, explicaron las mismas fuentes.
En lo que hace a los primeros datos productivos de agosto, el informe del CEPXXI sugieren una nueva mejora en el nivel de actividad industrial, “medida con base en el consumo de energía que releva CAMMESA», aceleró su crecimiento (+4,9% intermensual desestacionalizado) y cerró el mes en niveles similares a los prepandemia: nuestra estimación preliminar para el promedio de los 31 días comprendidos en agosto es de una caída interanual del 2,3%. No solo eso: para el período comprendido entre el 10 de agosto y el 9 de septiembre, la baja se redujo al 0,6% interanual”.
En esa línea, el informe señala que la producción automotriz creció 21,2% mensual en agosto y todo apunta a que septiembre consolide esa tendencia. Por ejemplo, Ford y Mercedes Benz, siguiendo lo que Toyota había iniciado a fines de julio, anunciaron el retorno a un segundo turno de producción, y Volkswagen comunicó la duplicación de la producción de la pickup Amarok en los próximos 50 días. Los despachos de cemento treparon 6% mensual en agosto (2,2% desestacionalizado), la mayor cifra del año. “Si bien ambos indicadores persisten en terreno negativo a nivel interanual (-16,2% y -12,5%), si esta tendencia continúa en septiembre ambos sectores podrían llegar a estar en terreno neutro (o incluso positivo) interanual”, explica el CEPXXI.
Claro que los indicios de recuperación enfrentan la realidad de la pandemia del coronavirus, que parece mantenerse firme en el Área Metropolitana de Buenos Aires, y ahora con focos fuertes en el interior del país. “Todos estamos pensando que la pandemia lentamente va cediendo. Esperamos que así sea, pero no lo tenemos garantizado, con lo cual se abre otro problema si la pandemia no cede”, analizó una alta fuente gubernamental.
Al respecto, el CEPXXI indica que “la dinámica de la pandemia –hoy con mayor ritmo de contagios en el interior del país, que hasta ahora había tenido un menor impacto relativo con la excepción de algunas provincias puntuales– introduce un interrogante respecto de lo que ocurrirá en las próximas semanas en materia productiva”.
Un dato indicador de cómo impacta la pandemia es la heterogeneidad de la recuperación en los distintos sectores de la industria. Se observa una significativa mejora en la producción y las expectativas en rubros como muebles, heladeras, lavarropas, cocinas, termotanques, griferías, materiales para la construcción, electrónicos, hilados, tejidos de punto y planos, tintorería industrial, calzado, limpieza del hogar, juguetes, maquinaria agrícola, motos y bicicletas.
Por el contrario, ramas como confecciones o aquellos proveedores de la industria hidrocarburífera (como tubos sin costura o bienes de capital para el sector) persisten en niveles reducidos de actividad.
Situación en las empresas pymes
En línea con la recuperación económica, un dato alentador es que también mejoran las expectativas de las pymes industriales, tal como se desprende del informe de la Fundación Observatorio Pyme.
“Para el tercer trimestre, las pymes manufactureras esperan una mejora en las ventas y las horas trabajadas, pero también aumentos en el precio de venta de sus principales productos”, señalan los datos los datos preliminares de la Encuesta Coyuntural a Pyme industriales de la Fundación Observatorio Pyme, que será presentado de forma completa en el 18º Seminario-Taller, que se llevará a cabo el martes 15 de septiembre.
En ese sentido, el informe indica que en comparación a las expectativas de los primeros meses del año, para el período julio-septiembre las empresas manufactureras que ocupan entre 10 y 250 personas tienen mejores perspectivas para la evolución de su actividad, así como prevén incrementos de precios. “También las expectativas sobre su propia economía y la de su sector industrial mejoran para el próximo año”, sostiene.
En cuanto a empleo, el relevamiento muestra que las pymes resisten la pandemia ya que la reducción de la cantidad de ocupados durante el segundo trimestre de 2020 con una caída del 2,9%, en términos interanuales, fue menor a la del segundo trimestre de 2019 con un descenso del -5,5%.
“Aunque fuertemente impactadas por la pandemia en su nivel de actividad productiva, las pymes industriales mantienen su planta de personal (influidas tanto por la prohibición de despidos sin justa causa y por razones económicas, como por la posibilidad de establecer acuerdos de suspensión -con reducción salarial- y el acceso a los beneficios del ATP)”, señala la Fundación Observatorio Pyme.