La cantidad de argentinos que compraron el llamado «dólar ahorro» alcanzó un nuevo pico en agosto. Según los datos publicados el viernes en el balance cambiario del Banco Central (BCRA), fueron casi cuatro millones de «personas humanas», una cifra algo por encima de los 3.900.000 que habían acudido en julio al mercado oficial.
El total de las divisas compradas alcanzó a u$s 768 millones, un monto también algo superior a los u$s 753 millones de julio. Es evidente que no es una suma muy importante, aún en el marco de un comercio exterior disminuido por la pandemia. Pero suficiente para despertar la preocupación del Central por sus escasas reservas.
El hecho es que estas cifras están 10 veces por encima de las anteriores la irrupción del Covid-19 en el país, cuando la compra de dólares sumaba un monto total en torno a los u$s 70 millones, distribuido entre cerca de 450.000 ahorristas.
Compras y ventas de moneda extranjera, de enero ´17 a agosto ´20:
El informe del BCRA para agosto precisa «que las Personas humanas registraron compras netas de moneda extranjera por u$s 920 millones, básicamente por billetes para atesoramiento (u$s 750 millones), y para gastos efectuados con tarjetas por consumos en el exterior (u$s 137 millones). Esta última cifra significó una caída de 64% respecto de igual mes del año pasado, básicamente por el cierre de fronteras que mantuvo a los argentinos fronteras adentro.
El principal proveedor de dólares fue el sector “Oleaginosas y Cereales”, que registró ingresos netos por USD 1.503 millones, por cobro de exportaciones netas de pago por importaciones, “en línea con su condición de principal sector exportador de la economía”. Pero aunque le reconoce esa condición, el informe del Central subraya que las ventas del sector fueron en agosto 31% inferiores a las del mismo mes de 2019 y 27 % inferiores para los primeros ocho meses del año.
Además, el Central señala que “luego de dos meses sin diferencial, en agosto se estima que el sector tuvo un balance comercial de bienes en términos FOB por encima de sus ingresos netos a través del mercado de cambios, lo que implicaría que continuó cancelando deuda por anticipos y prefinanciaciones contraída en periodos anteriores, cuyo stock se encuentra en un nivel mínimo histórico”.
Esa situación originó otra de las medidas recientes del gobierno: limitar la provisión de divisas para el pago de deuda en dólares hasta un máximo del 40%, obligando a las empresas a refinanciar el resto o conseguir dólares sin recurrir a las reservas del Banco Central.
Desde AgendAR, resumimos: mientras haya un brecha de cerca del 80% entre el valor oficial del dólar y el que se consigue fuera del circuito oficial, demasiados agentes económicos, desde ciudadanos comunes que tratan de hacer una pequeña diferencia, hasta grandes empresas, buscarán y encontrarán formas de eludir las reglamentaciones. El Estado debe hacerlas cumplir, teniendo presente que la forma más eficaz es reducir esa brecha.