El valor de la soja subió en la jornada de hoy en el Mercado de Chicago 3,9 dólares y alcanzó los 391,32 dólares por tonelada, lo que volvió a posicionarse muy cerca del máximo precio desde 2018 que se había producido el viernes 9 de octubre tras el informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Este nueva suba de la soja se dio por un mayor dinamismo en la demanda externa que apuntaló nuevos avances de precios. El USDA informó en la mañana de hoy, ventas de soja americana por 132.000 toneladas a destinos desconocidos. (entiéndase: China, a través de terceros).
En tanto, en Brasil el inicio de la siembra presenta demoras y genera incertidumbre, dijo la consultora Grassi. Según fuentes privadas, las tareas avanzan sobre un 6% de la superficie (vs. 17% promedio histórico).
Además, si el ingreso de la mercadería en Brasil se posterga, se especula con que China extienda compras a EE.UU. hasta enero/febrero.
Por último, los avances en el petróleo (1,6%), aceite de palma (3%) y de soja (2,7%), contagiaban firmeza al poroto.
Mientras que en el mercado local el valor propuesto por la soja disponible ascendió a 25.200 pesos por tonelada.
El trigo sigue con su raid alcista y trepó a los 232,77 dólares por tonelada para la Posición Diciembre, una suba de 2,39 dólares por tonelada.
Según la consultora Grassi, las condiciones de sequía en regiones productoras de Rusia y EE.UU. generan incertidumbre sobre el volumen de producción para el nuevo trigo de invierno. Mientras que en Argentina, no se descartan nuevos ajustes en rindes y producción de las 17 millones de toneladas que se esperan.
El maíz también tuvo una jornada alcista en Chicago. Subió 1,48 dólares por tonelada y llegó a 161,02 dólares por tonelada. El buen desempeño de la demanda externa en EE.UU., mantiene los precios estimulados en pleno ingreso de la mercadería. En el día de ayer el USDA señaló negocios de exportación a México por 123.000 toneladas. y otras 345.000 a destinos desconocidos.
Y en Sudamérica la falta de precipitaciones abundante podría dificultar los planes de siembra en Argentina y Brasil.