El secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, reveló que ya inició contactos con su par de Chile, Juan Carlos Jobet, para acordar un plan de exportación de gas a Chile y confirmó las gestiones en marcha para vender gas de Vaca Muerta a Brasil. Las declaraciones de Martínez permiten visualizar el proyecto del gobierno nacional en el decisivo campo de la energía.
“Hoy tenemos un declive importante, por eso se lanzó el Plan GasAr a cuatro años, lo que da una horizonte y previsibilidad a la industria, con un precio que nos va a permitir frenar el declive y volver a un valor de producción, que nos dé la posibilidad de no importar tanta energía, lo que se traduce en ahorro fiscal y de divisas, a lo que también se suman la reactivación de los puestos de trabajo”.
Martínez aclaró que el Plan Gas 4 incluye la producción convencional, no convencional y offshore y anticipó una alta adhesión de las empresas productoras. “Entendemos que toda la industria va a entrar. Quizá no es el mejor esquema que podían buscar para encontrar gran rentabilidad en el corto plazo, pero eso es un error que no debemos volver a cometer. El corto plazo es un error, incluso, para el que accede a ese beneficio, porque los grandes beneficios en el corto plazo no son sostenibles. Si le va bien a uno o dos jugadores, es porque algo mal hiciste, y tenés que dejar de hacerlo”.
El Decreto 892/2020 de 11 páginas declara de interés público nacional y como objetivo prioritario la promoción de la producción del gas natural argentino, establece una subasta de 70 millones de m3 por día (modificables) y levanta el cepo cambiario para que empresas accedan a dólares frescos para realizar inversiones. Las licitaciones tendrán un precio máximo aproximado de u$s 3,70 por millón de BTU. La diferencia entre lo que oferten y lo que finalmente se pague correrá por cuenta del Estado.
“Van a participar y va a haber competencia en la licitación. El que presente el precio más bajo va a recibir estímulos, como la prioridad en los contratos en firme para la exportación, que es una parte importante del negocio”.
En ese marco, el ex diputado por Neuquén anunció que analizan ampliar los mercados de exportación de gas, además de Chile y más allá del Plan GasAr. “La producción de gas de Bolivia también está en declino, tanto para Argentina como para Brasil, y si en principios es un problema, es una oportunidad de vender gas a la industria del sur brasileño”, enfatizó sobre la posibilidad de unir con un gasoducto Vaca Muerta y Porto Alegre.
Según comentó Martínez, desde la Secretaría de Energía ya le solicitaron al canciller Felipe Solá y al embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, que dialoguen con los industriales brasileños para que analicen a qué precio se puede vender el gas a largo plazo, de acá a 15 años. “Eso justificaría una inversión para un gasoducto, que nos dé más gas en el país, y a su vez, llegar desde Argentina a la industria brasileña y resolver el problema que tiene con el declino boliviano”.
El secretario también confirmó la reanudación de exportaciones de gas a Chile y adelantó un nuevo plan estímulo para los interesados en este negocio. “Ahí no tenemos problemas de evacuación, como sí tenemos para llevar de Vaca Muerta a Brasil. Estamos analizando un esquema, un plan específico para exportar gas a Chile, utilizando la capacidad que tenemos de evacuación. Resuelto el declino de producción, no es un cuestión de largo plazo, sino de mediano plazo, que ya lo estamos trabajando”.
Durante el primer semestre de 2019 se exportó un promedio de 5,9 millones de m3 diarios, sumando los envíos a Chile, Brasil y Uruguay. Para 2020 se preveía un volumen máximo de 10 millones de m3 diarios, pero la pandemia complicó los planes. Recién a fines de septiembre se retomaron las ventas con 6,7 millones diarios, pero la cifra promete crecer. En las últimas semanas se tramitaron al menos 14 pedidos para exportar gas al país vecino, que ahora la Secretaría de Energía debe aprobar. El sistema soporta hasta 20 millones por día, con gas de Vaca Muerta y Chubut.
Martínez ya se comunicó con el ministro de Energía de Chile, Juan Carlos Jobet, y el embajador argentino en Santiago, Rafael Bielsa, por este tema y prometió que en breve habrá nuevos anuncios. “Lo tenemos en carpeta y rápidamente haremos un encuentro. Tiene que ser una oportunidad para producir, que dé rentabilidad, genere puestos de trabajo, divisas, regalías a las provincias, y para nosotros es muy bueno”.
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En opinión de AgendAR, el énfasis en gas y petróleo era previsible desde el momento en que se eligió para la Secretaría de Energía a un dirigente neuquino. Pero no se trata, creemos, de una decisión dictada solamente por una coyuntura política.
El tiempo en que los combustibles fósiles dictaban el destino de las naciones comienza con la Revolución Industrial, más de dos siglos atrás. Seguirán siendo muy importantes por un tiempo largo, pero es evidente que hay cada vez más fuertes presiones hacia su reemplazo. ante la realidad del calentamiento global. Y es posible que el triunfo de Biden acelere este proceso.
Entonces el gobierno argentino parece haber decidido que no tiene mejor camino que acelerar su explotación, para obtener ahora los recursos que necesita. Sería un argumento plausible, pero Argentina necesita una estrategia a más largo plazo.