«La pandemia redujo a una mínima expresión las actividades productivas. Basta con recorrer las últimas estadísticas o ver las desgarradoras postales de establecimientos con carteles para alquilar o vender, cuya cantidad se triplicó en los últimos meses. Y muchos de esos locales no volvieron a abrir.
Ante este crudo panorama, los empresarios pymes no nos resignamos y hacemos los deberes para cuando el sol vuelva a asomar con fuerza. Como decía el poeta Almafuerte: “si te caes diez veces, te levantas, otras diez, otras cien, otras quinientas, no han de ser tus caídas tan violentas, ni tampoco por ley han de ser tantas”.
Acostumbrados a enfrentar decenas de obstáculos en la batalla cotidiana, tomamos a este proceso de recuperación como una suerte de posgrado en resiliencia, que la psicología explica como la capacidad para adaptarse con resultados positivos frente a situaciones adversas. Por eso, en este bendito país que ha sorteado hiperinflaciones, devaluaciones y recesiones, renace la apuesta a un futuro de crecimiento sostenido, de abundancia y de riqueza. Para eso se necesitan decisiones acertadas y coraje para ejecutarlas.
Y para transitar este camino, desde la Confederación Económica de la Provincia (CEPBA), junto a otras entidades colegas como UIPBA, FEBA y ADIBA, generamos una agenda de propuestas de reformas impositivas, de apoyo financiero y crediticio, además del combate a la informalidad y la competencia desleal. Estas son cuestiones sobre las cuales deben abundar más los ejemplos que las simples declaraciones.
En este boleto de ida hacia un aparato productivo aceitado y sustentable, redoblaremos nuestro optimismo y esfuerzo, dos bienes intangibles que cotizan siempre en alza. Destacando hasta el momento la buena predisposición del Gobierno Nacional y Provincial que siempre nos ha escuchado, y demostraron su filosofía de apoyo a la producción y a las pymes.
No obstante, en esta coyuntura hay problemas que no podemos tapar. Uno de ellos tiene que ver con el acceso a la materia prima para producir. El tema es que se está retaceando la entrega, por una estrategia especulativa de las cabezas de cadena de valor, y por otra la escasez de divisas que fueron utilizadas por los bancos para supuestamente anticipar pagos de créditos que habían tomado. A esto se suma el aumento del precio de los insumos y los costos fijos, dado que los impuestos son iguales, los alquileres son iguales, las cargas sociales son iguales, todo es igual, pero con menos facturación.
También hay que trabajar sobre el equilibrio de costos, sobre todo para rubros de actividades que deberán adecuar su capacidad instalada con menos operarios o menor cantidad de clientes. Por eso propondremos nuevos modelos de negocios o actividades complementarias.
Cuando una Pyme cierra, no solamente hay trabajadores que se quedan sin trabajo, sino que su familia también se queda sin proyecto y sin sus sueños. Los empresarios Pymes creamos trabajo, no somos titulares de acciones, ni ponemos un CEO para que administre nuestra empresa. El cartel o leyenda de “atendido por sus dueños” es más que acertado en este caso.
No sólo seremos un eslabón importante en esta cadena. Queremos ser los protagonistas de un momento histórico, y los principales partícipes de aportes más que esenciales para dar vuelta a la página de un presente que hay que archivar para futuros libros de historia.»
Guillermo Siro
Presidente de la Confederación Económica de la provincia de Buenos Aires (CEPBA)