La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) y un grupo de fiscales de 48 de los 50 Estados del país han presentado ayer miércoles 9 una demanda contra Facebook para reducir el tamaño de la empresa y su posición de mercado.
Según la demanda, la tecnológica que dirige Mark Zuckerberg lleva años manteniendo un monopolio en el sector de las redes sociales mediante conductas empresariales que atentan contra el libre ejercicio de la competencia.
En un comunicado, Facebbok lamenta los “efectos adversos“ que dichas restricciones tendrán sobre la comunidad empresarial y los usuarios de sus servicios. El penúltimo capítulo de la ofensiva antimonopolio contra el gigante de Palo Alto ha generado inquietud, con una bajada de cerca del 2% del índice tecnológico Nasdaq.
La demanda, presentada ante un tribunal federal de Washington, fue anunciada por la fiscal general del Estado de Nueva York, Letitia James, que encabeza la acción. Los Estados acusan a Facebook de adquirir de forma ilegal a competidores como Instagram o WhatsApp, privando así de esta manera a los consumidores de los beneficios y ventajas de un mercado competitivo y con mayores garantías de protección de la privacidad.
La compañía ya recibió una multa de 5.000 millones de dólares en 2019 por la fuga de datos del ‘caso Cambridge Analytica’. Facebook compró Instagram en 2012 por mil millones de dólares y el sistema de mensajería WhatsApp dos años después, por 1.900 millones. Desde que fueron adquiridas por Facebook, las dos redes sociales han visto dispararse su popularidad, contribuyendo a apuntalar el dominio del mercado de una compañía que empezó en un dormitorio estudiantil de un campus y cuyo valor ahora se estima en más de 800.000 millones.
Los reguladores federales y estatales han investigado a la compañía de Zuckerberg durante 18 meses. Se prevé que las demandas contra Facebook desencadenen una ardua y prolongada batalla legal. La compañía ha negado repetidamente haber violado ninguna norma antimonopolio.
La demanda ilustra la creciente ofensiva doméstica e internacional contra el gigante tecnológico. Los legisladores y reguladores tienen desde hace tiempo en el punto de mira a Facebook, Google, Amazon y Apple por su posición de predominio en el comercio, la electrónica, las redes sociales, los motores de búsqueda y la publicidad en Internet.
En la consideración de otros, representan un riesgo por el poder y la influencia que acumulan. Tanto el partido demócrata como el republicano se han mostrado partidarios de regular la actividad de las grandes tecnológicas, lo que se ha sustanciado en los últimos meses en una demanda del Departamento de Justicia contra Google por abusar de su posición frente a la competencia. Se espera otra en el mismo sentido, a instancias de legisladores republicanos y demócratas, para finales de año. En Europa los reguladores también defienden leyes más estrictas para acotar el dominio de la industria tecnológica, y han impuesto multas por valor de miles de millones de dólares por violar las leyes de la competencia.