La imagen, tomada por un fotógrafo de la delegación oficial alemana, habla por sí sola.
El lenguaje corporal nos dice mucho sobre:
1. La intransigencia de Trump (presidente de EE.UU.)
2. La determinación de Merkel (canciller de Alemania)
3. La condescendencia de Abe (primer ministro de Japón).
Y el todo: la complejidad de la situación global entre las superpotencias del G7.