La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la empresa estatal de soluciones satelitales ARSAT firmaron un convenio de colaboración para crear un esquema de contingencia frente a catástrofes naturales o ataques intencionados.
Un objetivo clave del acuerdo es que los centros de datos de ambos organismos podrán continuar operando y preservar la información alojada en caso de una emergencia.
Este convenio es el punto de partida de una alianza estratégica entre la AFIP y ARSAT” remarcó la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, tras recorrer el data center de Arsat en Benavídez acompañada por los directores Facundo Leal y Anabel Cisneros.
La funcionaria agregó que con este acuerdo AFIP y Arsat tendrán “herramientas para hacer frente a posibles contingencias” y podrán “encarar distintos proyectos entre los dos organismos”.
El presidente de Arsat, Pablo Tognetti, sostuvo que “la firma del acuerdo abre la puerta hacia una colaboración estratégica en materia de tecnología informática y comunicaciones con uno de los usuarios más importantes del Estado”.
El establecimiento de un esquema de contingencia permitirá proteger la información y los servicios de ambos organismos ante posibles contingencias como cortes en la conectividad, inundaciones o cualquier otro fenómeno natural.
El convenio también promueve el intercambio de conocimiento y tecnología entre AFIP y Arsat para potenciar la innovación y generación de capacidades al interior del sector público.
En el aspecto técnico, el convenio habilita la posibilidad de disponer del espacio para que ambas instituciones puedan consolidar un tercer centro de datos alternativo donde ubicar todo el equipamiento necesario (servidores de bases de datos, aplicaciones, almacenamiento y equipamiento de seguridad), con la conectividad necesaria.
Entre 2010 y hasta 2016, «el Data» de ARSAT, como se lo llama en el gremio, era el más poderoso, disponible y seguro (tanto en sentido físico como informático) de la Argentina, y además uno de los mejores de la región, según las agencias internacionales de calificación y las normas ISO y otras de esa industria. Atrasado por desinversión continuada entre 2016 y 2019, ahora va recuperando quilates. Bajo el óxido hay buen acero.
Aunque no se menciona en la gacetilla oficial, un aspecto clave es un acuerdo de confidencialidad, imprescindible para la AFIP por la información sensitiva que maneja, pero también para ARSAT, cuyos clientes privados son numerosos (explican hasta el 50% de la facturación «del DATA»).
El almacenaje de datos en Argentina, como en cualquier otro país, viene con el riesgo de ataques informáticos constantes, que pueden adoptar desde formas muy sofisticadas hasta las más brutales (como provocar un apagón regional en la zona de un «Data», y simultáneamente liquidar los generadores de back-up que garantizan el enfriamiento de tantos millones de chips. Una movida así liquida los «servers», que se funden o incendian por su calor acumulado.
Ya en 2012, el Data de ARSAT tenía tres enormes generadores diésel de back-up colocados en profundidad: el primero para proteger la refrigeración del Data en caso de apagón de red, el segundo por si fallaba la red y el primer generador, el tercero por si fallaban la red y los otros dos. En suma, los datos estaban protegidos como los combustibles de una central nuclear. Componentes inevitablemente importados: con Martínez de Hoz, el país liquidó su industria de «hardware». Pero el cómo usar esos componentes, la ingeniería básica del sitio, toda local e «in house» de ARSAT. No se compró «llave en mano».
Que ARSAT le dé almacenaje de respaldo a la AFIP y además se busque un tercer respaldo informático no es un asunto menor. Es una decisión que se toma en un país donde el ataque doloso a datos de respaldo duro, en papel, causó un incendio como el de Iron Mountain, el 5 de febrero de 2014, con 10 bomberos muertos.