«Los cambios económicos que hubo generaron una retracción en el consumo de productos electrónicos», aseguró Federico Hellemeyer, presidente de AFARTE, la entidad que nuclea a los fabricantes de Tierra del Fuego. Eso se combinó con que la devaluación «modificó la estructura de costos, porque los insumos son en gran medida importados», señaló. Pero hasta ahora los precios subieron menos que el dólar.
Uno de los segmentos donde tuvo más impactó fue en la telefonía celular, que aumentó sus precios un 5% en mayo. Según planteó Hellemeyer, la situación actual continuará y «los próximos 60 a 90 días van a ser duros. Este año se van a vender menos celulares que el año pasado».
Todavía no hay cifras oficiales y las fuentes consultadas muestran divergencias en cuanto a las ventas de todos los productos electrónicos. Por ejemplo, para el titular de AFARTE el mes de mayo marcó un cambio de tendencia, respecto a lo que ocurrió en 2017 y el primer cuatrimestre de 2018. «Seguramente haya una caída del volumen», dijo Hellemeyer.
Los que están atravesando mejor la tormenta son los fabricantes de televisores, que en el primer cuatrimestre vendieron un 26% más de unidades, respecto al mismo período del año anterior. Y mantuvieron las ventas durante mayo, por el «efecto Mundial», pese a que aumentaron sus precios un 3%.