El gobierno de Alberto Fernández comprará a los Estados Unidos diez aviones Beechcraft Hurón, con destino a la Fuerza Aérea, por un monto superior a los 16 millones de dólares. La adquisición había sido iniciada por el ministerio de Defensa, a solicitud de la FAA, en mayo del año pasado, y concretada -se estima- después que Juan González, el enviado del presidente norteamericano Biden, visitara la Argentina.
González es el principal asesor de la Casa Blanca para el Hemisferio Occidental en materia de seguridad y en su paso por el país mantuvo un almuerzo virtual de dos horas con Fernández, quien en ese momento se encontraba aislado por estar contagiado de coronavirus. En ese encuentro, el jefe del Estado argentino le pidió a González que gestionara ante Biden el apoyo de la administración norteamericana a la renegociación de la deuda con el FMI.
El monto total de la transacción asciende a los US$ 16.671.767 por 10 aeronaves Beechcraft C12-B Hurón, que -remarcamos- no representa un reposicionamiento geopolítico. Pero puede verse como una señal que ambos lados mantienen buenas relaciones.
El precio incluye servicios vinculados con las máquinas y se acordó en el marco del del Programa de Ventas Militares al Extranjero de los Estados Unidos.
Los Beechcraft C-12 Huron, USAF, son naves de corto alcance, bimotor y turbohélice. El Hurón es la versión militar de la aeronave civil de la misma compañía denominada Súper King Air. Con una longitud de 16 metros y una envergadura de 13 metros, es capaz de transportar hasta trece personas.
Se trata también de un gesto hacia la Fuerza Aérea, para que sus oficiales no tengan que desplazarse de un destino a otro en aviones comerciales. También, es muy probable que cumplan misiones en el operativo General Manuel Belgrano, como se denominó a la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra la pandemia, que ya lleva casi un año.
De todos modos, nos sentimos obligados a señalar que a la Fuerza Aérea Argentina le faltan transportes logísticos, tanqueros, aviones de alerta aérea, aviones patrulla radarizados, entrenadores básicos y avanzados. Su flota de ataque a tierra está casi destruida, y sus cazas de superioridad aérea no existen. Son necesidades más apremiantes que aviones de enlace.