La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en base a datos de la plataforma oficial Sio Granos, estimó que los productores argentinos de trigo ya han comercializado de manera anticipada 1,83 millones de toneladas de la campaña 2021/22, cuya siembra todavía no ha comenzada.
Este valor es casi el doble que el de la campaña anterior (942.886 toneladas) y constituye un récord de ventas «forward» para este cultivo, ya que el máximo anterior registrado al 18 de abril para una temporada nueva era precisamente este volumen mencionado del ciclo 2020/21.
“Sin dudas los buenos precios de esta campaña, las lluvias que mejoraron los perfiles hídricos de muchas zonas y los buenos márgenes a cosecha incidieron para que los negocios por trigo nuevo alcancen máximos en lo que va del año”, fundamentó la entidad rosarina.
Y afirmó que estos números fortalecen las expectativas de siembra. “De seguir este escenario podríamos pensar en una proyección igual a la de la campaña anterior (antes de las complicaciones por sequía), en torno a los siete millones de hectáreas”, enfatizó la BCR.
En lo que respecta a la comercialización de la cosecha 2020/21, los datos al siete de abril muestran que ya se vendieron 11,8 millones de toneladas; es decir, un 69 por ciento de la producción estimada de 17 millones de toneladas.
Las compras fueron realizadas en su mayoría por el sector exportador, que concentra el 82 por ciento del total.
“Las compras del sector exportador se han mantenido prácticamente nulas en el último mes dejando un total acumulado de 9,7 millones de toneladas. Según nuestras estimaciones, esto sería igual a lo exportado en toda la campaña comercial 20/21; por lo tanto, sólo le resta comprar 0,3 millones de toneladas. Se puede decir que el sector ha tenido un ritmo de compras por encima del promedio de los últimos cinco años, pero por debajo de la campaña anterior”, afirmó la Bolsa rosarina.
En lo que respecta a la industria molinera, lleva comprados solo 2,1 millones de toneladas, pero aún hay disponibles 5,2 millones de toneladas de la última campaña.
Y como el sector exportador ya tendría cerrados sus negocios en 10 millones de toneladas, el remanente de trigo le alcanzaría a la industria para poder abastecer las millones de toneladas que necesita para abastecer al mercado interno en el resto del año.