El laboratorio que preside el empresario Marcelo Figueiras ya comenzó la producción de las primeras 500 mil dosis de Sputnik V. Sinergium, del grupo Sigman, avanza con un acuerdo para elaborar la Sinopharm. La prepaga Galeno compra acciones de Richmond.
Las empresas argentinos que ya participan en la cadena de producción de vacunas contra el Covid-19 -o planean participar- se mueven al ritmo de la segunda ola. Mientras este viernes 11 de junio el Laboratorio Richmond comenzó a producir la primera tanda de 500 mil dosis de la Sputnik V, la biofarmacéutica Sinergium Biotech -del grupo de Hugo Sigman- avanza en los detalles de un acuerdo con China para elaborar en el país la vacuna Sinopharm.
Detrás de estos dos principales acuerdos, los actores centrales del sector de la salud apuestan al negocio, como Galeno, uno de los líderes en medicina prepagada que amplió su participación accionaria en Richmond.
También comenzaron a moverse otras fichas en torno a una apuesta comercial y científica de miles de millones de dólares: la elaboración, la transferencia de tecnología, el envasado, la logística y la trazabilidad de las vacunas para combatir la pandemia.
Por otro lado, aún no hay precisiones sobre qué porcentaje de la producción de vacunas realizada en Argentina será destinada a la población local. La hermética industria farmacéutica tiene pendiente rendir cuentas ante el Congreso. El martes pasado, los cinco proveedores que ya tienen contratos o convenios firmados con el Ministerio de Salud, citados «bajo apercibimiento de ley», faltaron a la cita con la comisión informativa convocada especialmente para que brindaran información sobre el estado de los acuerdos comerciales con el Estado y las demoras en las entregas.
Argentina recibió el 35% del total contratado (20.677.145 vacunas), según datos de Salud
De las casi 59 millones de dosis contratadas a cinco proveedores entre octubre de 2020 y marzo de 2021, Argentina recibió el 35% del total (20.677.145 vacunas), según datos del Ministerio de Salud. Sólo dos farmacéuticas cumplieron con la totalidad de sus contratos: Sinopharm (China) y Covishield -otro nombre para AstraZeneca- (India), que contemplaban relativamente pocas cantidades de dosis (4 millones y 580.000, respectivamente).
En los últimos cuatro meses, Richmond avanzó con el acuerdo con Rusia hasta concretar la elaboración de la vacuna Sputnik V en el país. De esta primera tanda de 500 mil dosis, una pequeña parte de esta producción se envía a la ANMAT, el organismo que debe autorizar la vacuna para inocular a la población local. Y otra pequeña porción viajará al laboratorio de Gamaleya, en Rusia, para el control de calidad. El resto de las 500 mil dosis quedará en el país, aseguran en Richmond. En la compañía, descuentan que estas vacunas serán destinadas a Argentina, en el marco del acuerdo comercial entre el Ministerio de Salud y el Fondo Ruso de Inversión.
Después de los controles de calidad, la liberación de las vacunas para su aplicación podría demorar unos 15 días, según explicaron fuentes del proceso. “Las primeras semanas fabricaremos 500 mil dosis semanales”, afirmó el martes Marcelo Figueiras, presidente de Richmond, ante los miembros de las comisiones de Salud y Legislación General en la Cámara de Diputados.
Vizzotti anunció un nuevo contrato con Sinopharm para adquirir otros 6 millones de dosis. Sinergium, de Sigman, avanza para producirla en el país.
El protagonismo de Sigman y su grupo farmacéutico escaló con el acuerdo de Sinopharm con la local Sinergium Biotech, la biofarmacéutica del multifacético empresario que elabora las vacunas contra la gripe, la neumocócica contra la neumonía y otra contra el Virus del Papiloma Humano (VPH).
“La vacuna de Sinopharm es similar a la de la gripe que se realiza en los laboratorios de esta compañía. Eso facilitará que el proceso de elaboración se pueda realizar íntegramente en Argentina, a diferencia de la vacuna de AstraZeneca, cuyo principio activo se fabricó en el país pero debió exportarse a México para su envasado, que requería un proceso especial”, explicó una fuente cercana a la empresa.
En el caso de la Sinopharm, aún no está definido si la comercialización de la vacuna producida en Argentina será local o si las dosis de la planta de Sinergium deberán ser exportadas a China para su distribución comercial, confirmó una fuente que monitorea el acuerdo. “Ya se avanzó con China sobre lo técnico y resta acordar qué cantidades se podrán elaborar en el país, la disponibilidad de los insumos y otros aspectos”, agregó la persona consultada.
La farmacéutica china ya envió 4 millones de dosis al país y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, anunció la llegada de otros 2 millones de dosis en junio y 4 millones más el mes siguiente, en el marco de un nuevo contrato. El acuerdo con Sinergium se realizó además en el marco de un convenio entre estados, Argentina y China.
Las negociaciones con el gigante asiático son más amplias: Vizzotti firmó además la Resolución 2021-1671 que autorizó el uso de emergencia de la vacuna Convidecia, de la empresa Cansino Biologics Inc., que permitirá avanzar con un acuerdo para adquirir 5,4 millones de dosis, según un comunicado oficial.
Figueiras ya había mantenido una reunión privada de carácter informal con diputados y senadores de la oposición para brindar explicaciones sobre cómo Richmond consiguió el acuerdo de exclusividad para elaborar la Sputnik V en Argentina, según confirmaron tres fuentes que participaron del encuentro.
Durante la exposición pública de Figueiras en el Congreso, el empresario les reiteró a los miembros de la oposición que cuentan con copia del acuerdo firmado entre su laboratorio y el Fondo Ruso de Inversión. Sin embargo, la vicepresidenta de la comisión de Salud, Carmen Polledo (Juntos por el Cambio), insistió durante la exposición pública de Figueiras sobre dos de los puntos que habían conversado puertas adentro. Polledo le pidió explicaciones sobre movimientos de las acciones de Richmond en la bolsa de comercio de Buenos Aires. Figueiras tiene alrededor del 40% de Richmond, por lo que es su accionista mayoritario, pero la compañía no tiene un accionista controlante, según la síntesis de su estado financiero ante la bolsa.
Richmond emite en la bolsa el 17% de sus acciones. “El día 4 de febrero, el Presidente de la Nación visitó la planta de Pilar del Laboratorio Richmond, junto al Ministro (de Salud bonaerense, Daniel Gollán y otros funcionarios del Gobierno. Al día siguiente de esta visita, se produce un incremento de las transacciones registradas en el Merval de las acciones del laboratorio con una suba en el volumen operado de 8.000 a 1.557.001 transacciones”, planteó la diputada opositora.
“¿Nos podría explicar qué pasó el 5 de febrero de 2021 para que se produzca ese salto en el aumento de volumen operado en las acciones de su empresa?”, preguntó Polledo El empresario respondió: “Fue una transacción que se hizo (por parte de) alguien totalmente ajeno a nosotros, un empresario que le compró (acciones) a otro” y “no tiene nada que ver con la visita del Presidente a la planta”.
Figueiras no ahondó en detalles sobre los empresarios que protagonizaron la compra-venta de acciones. La transacción que generó interés fue protagonizada por Galeno, uno de los actores más fuertes de la medicina prepaga. A través de ese movimiento, Galeno compró más acciones de las que ya tenía en Richmond y concentró así el 10% de las acciones de la compañía que cotizan en el mercado.
Unos tres meses más tarde, “el 21 de abril, se anunció la producción de 21.000 dosis de la vacuna Sputnik V realizadas por Richmond (para enviar a Rusia y realizar el control de calidad) y, desde entonces, las acciones de su empresa cotizaron en alza, alcanzado una suba del 33% en una sola rueda”, dijo la diputada Polledo. “El mercado de capitales argentino es chico y somos el único laboratorio nacional que cotiza en bolsa”, respondió Figueiras en el Congreso.
En Diputados, el presidente de Richmond agregó que la compañía de logística Andreani -que también distribuye vacunas que llegan del extranjero- “se ha acercado” al laboratorio para ofrecer sus servicios y distribuir con la apropiada cadena de frío la Sputnik V local. Figueiras también mencionó acercamientos de la empresa Accenture, que “nos va a ayudar con la trazabilidad” del producto.
La Sputnik V que comenzó a fabricarse en Argentina se envasa en la planta del laboratorio MR Pharma, en Tortuguitas, que se especializa en medicamentos hormonales inyectables y, como muchas compañías del mercado, suele operar como tercerizada para grandes laboratorios nacionales y extranjeros. La empresa es dirigida por los hermanos Nicolás y Sebastián Martínez Ríos.
“Es una planta que alquilamos, que fue cedida patrióticamente por los hermanos Martínez Ríos, que han suspendido tareas que podían realizar dejando (de lado la posibilidad de tener) otros ingresos más importantes”, informó Figueiras en el Congreso. “Ellos podrían estar facturando mucho más dinero (envasando otros productos médicos), por eso fue un acto, a mi criterio, patriótico”, afirmó el presidente de Richmond.
Por alquilar su planta y suspender parte de su producción para ceder una porción de sus instalaciones al envasado de la Sputnik V, MR Pharma se quedaría con alrededor de medio dólar por vacuna producida en el país, según informó una fuente del mercado al tanto de las negociaciones.
El envasado de una vacuna no es sólo la introducción del insumo en un franco. Es un proceso mucho más complejo que requiere de la esterilización y aislamiento de un área de la planta de producción y personal y equipamiento específicos. En el caso de la Sputnik local, la inversión fue realizada por Richmond pero en instalaciones de MR Pharma, informó Figueiras a la comisión de Diputados.
“Si MR Pharma destinara esa línea de producción a envasar agua destilada para un gran laboratorio ganaría tres veces más que envasando la Sputnik V”, afirmó la misma fuente consultada. Sin embargo, la apuesta es un negocio millonario a futuro: una porción del envasado de vacunas contra el Covid-19 a gran escala.
“Aunque Richmond ponga a funcionar su futura planta, con capacidad para supuestamente producir unas 500 millones de dosis, es muy probable que no dé abasto para envasar la totalidad de las vacunas y los hermanos Martínez Ríos conservarían el negocio por el que ahora ceden parte de sus ganancias”, explicó un conocedor del mercado farmacéutico local al tanto de acuerdo.
La posibilidad de envasar la Sputnik en el país dejó dudas sobre si Sigman podría haber hecho lo mismo con la vacuna de AstraZeneca y eso hubiese evitado las demoras. Un actor del mercado que conoce de cerca el proceso de la vacuna de Oxford explicó que los procesos de envasado de la AstraZeneca serían mucho más complejos. “Requiere un filtrado especial realizado por un insumo compuesto por cuatro piezas y esterilización por radiación. Sólo dos fábricas en el mundo elaboran ese tipo de filtro y México no pudo conseguirlo a tiempo porque no había disponibilidad”, explicó la fuente. “Si la hubiesen envasado en el país, hubiesen tenido el mismo problema y las mismas demoras para entregar las vacunas de AstraZeneca”.