Ayer la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, informó que en el Consejo Federal de Salud (Cofesa) -integrado por ella y los ministros de Salud de todas las provincias y la Ciudad Autónoma- se consensuó la vacunación de personas gestantes, ahora sin condiciones de riesgo.
Lo respalda la literatura científica internacional y nacional. Lo recomiendan la Sociedad Argentina de Medicina (SAM) y la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain). Las mujeres gestantes deben inmunizarse contra el SARS-CoV-2. No hay evidencias de que las vacunas representen un riesgo y además la inmunización protege al bebe en gestación. Si son puérperas, los anticuerpos antiCovid se transmiten a través de la leche materna.
“Esta es una vacunación voluntaria. A lo mejor hace dos meses nuestra contestación ante la consulta era ‘no sabemos’ —dice Mario Sebastiani, profesor adjunto del Departamento de Tocoginecología de la Escuela de Medicina del Hospital Italiano—. Pero ya tenemos información de mujeres vacunadas durante el embarazo por ser médicas, enfermeras, personal de seguridad, y lo que se ve es que no hay problema. Las vacunas no son a virus vivo, entonces no puede haber malformaciones ni pueden afectar la salud de las mujeres. Por eso, hoy les decimos a las mujeres que sí, que si quieren vacunarse, que se vacunen. En el segundo o tercer trimestre, sobre todo si tienen factores de riesgo, pero independientemente de esto, el Covid es peligroso.
La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva la semana pasada mencionó que el 11% de las mujeres en esas salas eran embarazadas. Y si nos preguntan qué vacuna les conviene aplicarse, la que les toque. También durante la lactancia”.
Mirta Roses, integrante de la Conain, destaca que desde el 19 de mayo la recomendación de la inclusión de las gestantes en la campaña de vacunación en consulta con su prestador de salud y balanceando riesgo/beneficio está en la página del Ministerio de Salud de la Nación.
Un reciente estudio de los equipos técnicos del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires sobre la “Situación epidemiológica de Covid-19 en las personas gestantes o puérperas (se llama así a las de parición reciente)”, finalizado el 2 de este mes, confirma hallazgos internacionales: la infección multiplica la mortalidad de las embarazadas y aumenta la tasa de partos prematuros. Si bien aclaran que la mayoría de las gestantes cursan la enfermedad sin muchas complicaciones (el 16% sin síntomas y el 83% con cuadros leves), cuando se las compara con las que no sufren Covid tienen mayor morbimortalidad.
Primera y segunda ola
Según los autores, en la segunda ola de la pandemia, más acotada en el tiempo que la primera, hubo un aumento en la letalidad de las personas gestantes o puérperas del 183%. El impacto se registró en mujeres más jóvenes: el 56% de las fallecidas tenían 31 años o menos. En este período se registró también la primera muerte materna en adolescentes (18 años). El 67% de las fallecidas este año estaba cursando el tercer trimestre del embarazo, y el porcentaje de cesáreas en gestantes fallecidas alcanzó el 84%.
Por su parte, la tasa de letalidad en recién nacidos en 2020 fue del 4,4%, mucho más alta que la de 2019 (0,6%). La prematurez alcanzó el 26%.
El monitoreo fue encarado por la Dirección Provincial de Equidad de Género en Salud. Desde el inicio de la pandemia hasta el 31 de mayo se realizaron 15.904 testeos en embarazadas y puérperas, de los cuales fueron confirmados 7007 casos (44% del total), 7960 fueron descartados y 938 permanecen como casos sospechosos.
De acuerdo con este trabajo, la letalidad por Covid-19 en este grupo duplica la de las no gestantes de la misma franja de edad (15 a 49 años): 0,47% vs. 0,19%.
Los autores notaron diferencias entre la primera y la segunda ola. En el ámbito de la Provincia de Buenos Aires, mientras en ocho meses de 2020 fallecieron 15 personas gestantes o puérperas y la la tasa de letalidad fue del 0,3% (el grupo de 40 a 49 años fue el más afectado), en los meses transcurridos de 2021 ya murieron 21 en solo 48 días. La tasa de letalidad es del 0,85% (supera en un 183% a la de la primera ola).
El grupo etario con mayor letalidad es esta vez el de 30 a 39 años, con una tasa de 1,49%, seguido por el grupo de 40 a 49 años, que tiene una tasa de 1,32%. En cuanto a las comorbilidades, el 42% no presentaba, y el 58% padecía una o más.
“El 40% de las mujeres registradas se encontraban cursando el tercer trimestre de embarazo y el 32% el puerperio, es decir que el 72% se encontraba finalizando la gestación o con embarazo finalizado —dicen los autores—. El 37% presentaron neumonía severa, el 30% requirieron ser internadas en terapia intensiva y el 13% necesitaron asistencia respiratoria mecánica. El 2,2% presentaron fallo multiorgánico y el mismo porcentaje, trombosis”.
En relación con el resultado del embarazo, el 14% de las mujeres con cuadros severos tuvo parto prematuro, el 6,5% sufrió muerte fetal y el 1,6% abortó. El 3,8% falleció.
Recién nacidos
La pandemia también tiene impacto en los recién nacidos. Mientras para el quinquenio 2015-2019 la prematurez en la Provincia de Buenos Aires fue de 8,8%, entre los recién nacidos con Covid-19 confirmado alcanza el 26%. La mortalidad en este grupo para 2019 fue del 6 por 1000; entre los recién nacidos con la infección confirmada durante 2020 fue de 4,4%.
Se calcula que más de 1000 embarazadas fallecieron con Covid-19 en América, lo que llevó a la directora de la OPS, Carissa Etienne, a pedir que se garantice el acceso a la atención durante la pandemia a mujeres, adolescentes y niñas.
En la Argentina, la SAM también avala la vacunación contra el Covid en gestantes y puérperas.
“Las sintomáticas parecen tener riesgo elevado de enfermedad grave y muerte, en comparación con no embarazadas en el mismo rango de edad —afirman los autores de este trabajo—. En una revisión sistemática de 192 estudios con 64.000 mujeres embarazadas con diagnóstico de sospecha o confirmado de Covid-19, 17,4% tenía neumonía, 17% recibió oxígeno nasal, 13,4% tuvo síndrome de insuficiencia respiratoria aguda, 11,3% enfermedad grave y 3,3% fue admitido a una unidad de terapia intensiva; 1,6% requirió ventilación mecánica invasiva”.
Por otro lado, dicen los especialistas, diferentes estudios ya describieron respuestas inmunes inducidas por la vacuna del SARS-CoV-2 en personas embarazadas y lactantes similar a la observada en mujeres no embarazadas, con títulos de anticuerpos incluso más altos que los que genera la infección natural durante el embarazo.
Según el trabajo de la SAM, en los Estados Unidos, más de 100.000 mujeres embarazadas fueron vacunadas, principalmente con las fórmulas de Pfizer, Moderna y Janssen, y no se identificaron problemas de seguridad. La de Oxford/AstraZeneca fue aplicada a miles de embarazadas en el Reino Unido, y no fueron reportados eventos adversos serios. Con respecto a las complicaciones protrombóticas que podrían ser atribuidas a esta vacuna, no hubo reportes de este evento en ellas. El panel de expertos de hematología del Reino Unido anunció que no hay evidencia que respalde que personas con historia previa de trombosis y/o estados protrombóticos (como lo es el embarazo), tengan mayor riesgo asociado con esta vacuna.
El 16 de abril de este año, el Colegio Real de Ginecología y Obstetricia del Reino Unido se convirtió en la primera sociedad científica en recomendar la vacunación universal a embarazadas como grupo de riesgo. La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) y el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) aconsejan que todas las embarazadas tengan acceso a las vacunas para Covid-19, independientemente de si tienen o no factores de riesgo, y lo mismo sugiere la Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia y Ginecología.
Enio García, jefe del equipo de asesores del Ministerio de Salud de la Provincia, coincide en que, dada la alta circulación del virus, es conveniente que las embarazadas se vacunen. “Nosotros incluso empezamos a alentar la inscripción independientemente de los factores de riesgo —dice—. Aunque no tienen un informe sistemático como el nuestro, en la SAM están viendo el mismo aumento de morbimortalidad que detectamos nosotros, pero en todo el país. Tenemos las vacunas. No es un grupo tan grande y podemos inmunizarlas bastante rápido”.