Esa franja etaria tiene poca letalidad cuando se contagia, pero es numerosa y su vacunación será clave para alcanzar la «inmunidad de rebaño» frente al covid.
Casi un tercio de la población argentina es menor a los 18 años, según la proyección poblacional por grupos etarios elaborada por el INDEC. Esa población concentra, según un reporte del Ministerio de Salud con información hasta mediados de abril, el 9,7% de los casos confirmados de CoVid-19: uno de cada diez positivos son de niños, niñas o adolescentes, aunque entre ellos la tasa de letalidad sea mucho menor que entre los adultos.
Mientras que, en promedio, la tasa de letalidad a nivel país -es decir, la proporción de muertes respecto del total de casos- se ubica en el 2%, entre los menores de 18 años es del 0,07%. Son, sin embargo y por su importancia proporcional en el total de la población, suman al porcentaje mínimo que debe estar inmunizado para vencer la pandemia.
Pero ninguna de las tres vacunas que ahora mismo se aplican en Argentina está autorizada para ese sector de la población por la ANMAT.
Sólo la Sinopharm ha sido aprobada en China, el país en el que fue desarrollada: hace menos de una semana se anunció que será usada para quienes tienen entre 3 y 17 años, aunque todavía no hay una fecha estipulada para que eso ocurra.
También, en los primeros días días de junio se anunció que los Emiratos Árabes Unidos llevarían a cabo un ensayo con esa vacuna Sinopharm en personas de entre 6 y 17 años.
En cuanto a la vacuna Sputnik V, según declaró ante los medios Alexander Gintsburg, director del Instituto Gamaleya, los resultados de los ensayos con esa fórmula en personas de menos de 18 años no estarían disponibles antes de fin de año.
A la vez, la vacuna de AstraZeneca empezó a probarse en febrero en niños y adolescentes de entre 6 y 17 años en el Reino Unido, pero en abril el ensayo se pausó tras el reporte de casos de trombosis en algunos adultos jóvenes vacunados con esa fórmula.
Por otro lado, el laboratorio Bharat, de la India, es el que produce la vacuna Covaxin: el gobierno bonaerense, según anunció Axel Kicillof, aspira a acceder a 10 millones de dosis a través de un convenio. Ese fabricante empezó hace algunos días un ensayo en niños y adolescentes de 2 a 17 años y los resultados se esperan en el último trimestre de 2021.
El laboratorio Pfizer, cuyas vacunas no están por ahora disponibles en la Argentina aunque están abiertas las negociaciones con el Poder Ejecutivo, fue autorizado en mayo por las autoridades sanitarias de Estados Unidos primero y por las de Europa después para que su vacuna se aplique a mayores de 12 años.
Con ese antecedente -y esa vacuna en su haber- es que Uruguay empezó a vacunar a su población de entre 12 y 17 años hace algunos días: fue el primer país latinoamericano en inocular a ese rango etario.
Chile, que cuenta con vacunas Pfizer y Sinovac, también autorizada en China para mayores de tres años, tiene previsto empezar a inocular a los mayores de 12 años en estos días.
El uso de la vacuna en menores de 18 años -que ocurre no sólo en Uruguay, Chile, Estados Unidos y algunos países de Europa, sino también en Israel y Canadá- es una medida que desalentó a mediados de mayo la Organización Mundial de la Salud: en ese momento, la organización global instó a los países con vacunas disponibles para esa población a que las donen al fondo Covax, de forma de procurar un acceso menos desigual a la vacunación a nivel global.
En la Argentina a este aspecto se le prestó poca atención, ante la necesidad de vacunar primero a los grupos de riesgo y la escasez de vacunas. Pero ahora han empezado a llegar en cantidades abundantes; inclusive, nuestro país ya forma parte de la cadena de producción en dos casos. El Ministerio de Salud y la ANMAT deben encarar la vacunación de los adolescentes, y, en un plazo no muy lejano, la de los lniños.