El precio del dólar «blue» bajó $ 2 ayer miércoles 30, quedando entonces en $ 168 en el cierre del mes. Así, junio registró la mayor suba mensual desde octubre en el mercado negro de divisas. En algún momento del mes llegó a $ 175.
(Estos precios son arbitrarios: reflejan un promedio de las transacciones de variadas «cuevas» en C.A.B.A. Pero… son tomados como válidos por esa gran mayoría de argentinos que se preocupa por el precio del dólar).
El dólar «blue» o informal o, con más precisión jurídica, ilegal (aunque nadie es perseguido por su compra o venta) se despertó en junio, después de una tranquilidad cambiaria que Guzmán y el Central habían conseguido por aproximadamente 7 meses.
Hay que tener presente que los fondos que se mueven por fuera del circuito formal son una parte muy pequeña de los que corresponden a importaciones y exportaciones, que se liquidan al valor del dólar oficial (Aún si al «chiquitaje» se le suman los montos del contrabando y otras ilegalidades). Pero el valor del dólar «blue» es el que los argentinos consideran «real».
El «blue» estimula esas diversas ilegalidades (¿quién acepta de buen grado recibir el valor oficial del dólar?), y cuando aumenta, es el disparador de la inquietud general. Como dijimos en muchas oportunidades en AgendAR, el problema del bimonetarismo argentino es que su moneda nacional ya no es aceptable como reserva de valor. Para que empresas y especuladores acepten «quedarse» en pesos, el Central debe ofrecer intereses ridículos, es decir, superiores a los que se pueden ganar en actividades normales.
Argentina necesita un instrumento de ahorro confiable, y es mejor que no sea una divisa extranjera. Eso no se logra quitándole ceros al peso y poníéndole un nuevo nombre – ya lo hicimos muchas veces.
En otros momentos planteamos en AgendAR algunas ideas para conseguirlo. Pero en lo inmediato, el Banco Central ha acumulado suficientes reservas para para evitar «disparadas» del dólar informal. El desafío de esta segunda mitad del año, para Guzmán, para el gobierno, es moderar la inflación, sin ahogar la desordenada pero real reactivación en curso de la economía.
A. B. F.