La posibilidad de que las temperaturas en el noroeste del Pacífico de América del Norte se acerquen a los 50 ° C se ha multiplicado por lo menos 150 veces desde finales del siglo XIX, según un análisis rápido realizado en respuesta a la ola de calor del mes pasado.
Esta ola de calor -sobre la que informamos exhaustivamente en esta nota de AgendAR– «habría sido virtualmente imposible sin la influencia del cambio climático causado por el hombre”, dice el científico climático Sjoukje Philip, del Instituto Meteorológico de los Países Bajos.
«Probablemente todavía fue un evento raro, pero si el calentamiento global supera los dos grados, podría ocurrir cada cinco o diez años en el futuro«. La temperatura más alta registrada en la historia de Canadá, 49,6 ℃, se anotó en Lytton, Columbia Británica, el 29 de junio.
Al día siguiente, la aldea fue destruida casi por completo por incendios forestales descontrolados.