Dos enfermedades asociadas a la inflamación del corazón pueden ocurrir muy rara vez después de recibir las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer Inc. y Moderna Inc., señaló el regulador de medicamentos de la Unión Europea. Como en nuestro país es inminente la firma del contrato con Moderna y, probablemente, con Pfizer, debe tenerse en cuenta, aunque el riesgo sea muy menor.
La actualización de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) se produce tras preocupaciones sobre un posible vínculo entre las vacunas de ARN mensajero y las dos afecciones, miocarditis y pericarditis, que han surgido en Estados Unidos, Israel y otros lugares. Algunos de los posibles síntomas son dificultad respiratoria, arritmia cardíaca y dolor torácico.
La EMA recomendó incluir la miocarditis y la pericarditis como efectos secundarios en la información del producto para las vacunas de ARNm (las vacunas que utilizan el ARN mensajero), junto con una advertencia para crear conciencia entre profesionales de la salud y personas que reciben las vacunas.
Las personas que han sufrido síndrome de extravasación capilar sistémica no deben ser inoculadas con la vacuna de Johnson y Johnson, indicó la EMA. El comité de seguridad revisó tres casos de la condición que ocurrieron hasta dos días después de la vacunación. Uno de los tres pacientes padecía previamente el trastorno y dos fallecieron posteriormente.
El comité de seguridad de la EMA también dijo que una condición que causa inflamación nerviosa puede ocurrir muy rara vez después de la administración de la vacuna de AstraZeneca Plc. El síndrome de Guillain-Barré puede provocar dolor, entumecimiento, debilidad muscular y dificultad para caminar, pero el balance riesgo-beneficio de la vacuna se mantiene sin modificaciones, indicó el regulador.
Los reguladores en los Estados Unidos han intentado tranquilizar a los estadounidenses asegurándoles que las vacunas de ARNm contra el COVID-19 son seguras después de informes de que un número relativamente pequeño de hombres jóvenes, en su mayoría, había sufrido problemas cardíacos tras vacunarse. El uso de las vacunas de Moderna y de Pfizer, que trabajó junto con BioNTech SE, ha sido muy amplio en Estados Unidos y gran parte de la Unión Europea.
Para dejar claro que el riesgo es real pero muy menor, tengamos en cuenta que, a partir del éxito de las vacunas de ARNm contra el Covid, ahora planean vacunas con esa tecnología contra muchas otras enfermedades ?como el cáncer, el VIH, la hepatitis C, la malaria, la tuberculosis.
Para acceder al artículo (en inglés) de la revista Nature donde se informa sobre lo que están buscando los investigadores con vacunas ARNm para otras enfermedades, cliquear aquí.