Las reservas brutas internacionales del Banco Central superaron los u$s 43.000 millones por primera vez en casi un año.
Es consecuencia de las constantes compras de dólares que viene realizando el Central, en el marco de ingresos récord por exportaciones y restricciones oficiales que limitan la demanda de moneda estadounidense.
A principios de junio, el BCRA endureció las reglas sobre las empresas que acceden a dólares en mercados alternativos y controlará sus resultados para buscar nuevas alternativas si fueran necesarias.
El BCRA adquirió unos u$s 1000 millones en lo que va del mes. Más del 60% los cuales los compró en las últimas siete ruedas.
La semana pasada, debutaron los nuevos controles. Por un lado, la CNV redujo el volumen que se puede operar de CCL en el segmento paridad precio tiempo (PPT, la pantalla en la que interviene el sector público) a 50.000 nominales para los bonos bajo ley local y el mismo monto para los de legislación extranjera.
También bajó de tres a dos días el parking (período de tenencia mínima de los títulos) para la operatoria de cable iniciada con pesos y fijo un plazo idéntico para el canje de MEP por CCL. Por otro, el BCRA restringió la posibilidad de que accedan al tipo de cambio oficial las firmas controladas por un holding que haya comprado dólares financieros.
Al mismo tiempo, el dólar blue volvió a subir con fuerza este martes, al trepar otros $ 2 hasta alcanzar los $ 182 para la venta, su nuevo máximo de 2021. Así, la brecha con el tipo de cambio oficial quedó en alrededor de un 90%.
El paralelo transitó una jornada volátil en el mercado negro, con pocas referencias uniformes de precios, que oscilaron entre $ 181 y $ 185, para cerrar al final del día en torno a los $ 182, en la mayoría de las «cuevas».
Los montos que se mueven en el mercado clandestino son insignificantes, comparados a las importaciones y exportaciones que se mueven por el mercado oficial; aún comparados con los movimientos financieros como el «contado con liqui» u otros. Pero su impacto psicológico es grande. Para muchos, el precio del «blue» pasa a ser el valor «real» del dólar en pesos.