La ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) acaba de aprobar oficialmente un nuevo tratamiento para el cáncer de hígado avanzado.
El organismo autorizó el uso combinado de dos medicaciones que ya estaban autorizadas para otros tipos de tumores. Ahora, su combinación «representa la primera indicación» para estos cuadros (cánceres de hígado avanzados), para los que había limitadas opciones».
«Esta es una enfermedad que tiende a diagnosticarse recién en estadios avanzados porque no suele dar síntomas y su tratamiento representa un desafío dado que, a diferencia de lo que sucede con otros tumores, contábamos con limitadas opciones, sobre todo para las etapas avanzadas», detalló Gabriel Aballay Soteras, hepatólogo y médico de la Unidad de Trasplante Hepático del Hospital Cosme Argerich.
Desde el laboratorio Roche comunicaron que, de esta forma, la flamante aprobación mezcla una inmunoterapia -el atezolizumab- con un anticuerpo monoclonal -el bevacizumab- para tratar el carcinoma hepatocelular en estadios avanzados en aquellos pacientes que no hayan recibido tratamiento sistémico previo.
Ambas medicaciones demostraron que, indicadas juntas, obtienen mejores resultados que todo lo disponible hasta el momento. De hecho, hasta ahora las opciones para las distintas etapas eran: la cirugía, la ablación por radiofrecuencia, el trasplante hepático, la quimioembolización transarterial (introducción de un catéter para restringir el suministro de sangre al tumor) y la quimioterapia.
En esta senda, un estudio clínico comprobó que el 84.8% de quienes recibieron este tratamiento combinado seguía con vida a los seis meses y en el 54,5% de ellos el cáncer no había progresado durante ese periodo, resultados contundentes que superan todo lo demostrado hasta ahora por las alternativas terapéuticas previas.
Se trata de una enfermedad que se origina cuando las células en el cuerpo empiezan a crecer en forma descontrolada. Esta patología comienza en las células del hígado, que es un órgano de forma aplanada ubicado en la parte superior derecha del vientre.
Son poco frecuentes en las primeras etapas del cáncer hepático, aunque más adelante pueden incluir la pérdida de peso, el dolor de vientre, los vómitos y la piel de color amarillento.
Si bien varía, pueden aplicarse la extracción de una parte del hígado, un trasplante, la quimioterapia y, en algunos casos, hasta la radioterapia.
En todo el país se diagnostican más de 2.300 casos por año de cáncer hepático, una dolencia que deviene de la enfermedad hepática avanzada ocasionada por el hígado graso, la obesidad, la hepatitis virales y el alcoholismo.