El ministro de Producción insistió en que se vienen meses difíciles. Y en el Central no ven un repunte del crédito. Por su parte Dante Sica, flamante ministro de Producción, fue claro al hablar con la cúpula de la Unión Industrial Argentina: «se vienen meses complicados en materia de nivel de actividad».
Justamente, el dato de que la actividad industrial registró en abril una baja interanual de 0,9%: la primera consecuencia del “shock” cambiario que vivió la Argentina hace pocas semanas.
Una suba de 50% en el precio del dólar con pronóstico de inflación del 27% al 30%, con ajustes salariales en el sector público de 15% (aunque ya se adelantó que en el sector privado los salarios irían con subas de 25%), ajuste del gasto público y tasas de interés de referencia del 40% anual constituyen un esquema de shock más allá del nombre o el encuadre político que se le quiera asignar.
También Luis Caputo como presidente del Banco Central sacó su primer informe de política monetaria. La nueva cúpula del Central ratificó la dureza monetaria (incluso la profundizó) sosteniendo que «mantendrá el actual sesgo contractivo hasta que la trayectoria de la inflación, así como las expectativas de los agentes del mercado, se alineen con la meta de 17% en diciembre de 2019”.
El mensaje es claro y los datos del sector privado indican que entre la suba de los alimentos que habría sido de 3,1% en tres semanas, la de las prepagas del 7% y las naftas del 6%, el índice de junio podría rondar 3,5% y el dato interanual arañar 30%.
También fue Sica el que reconoció que las paritarias con 15% de subas quedaron atrás y que el Gobierno intentará reflotar los pagos en cuotas del Ahora 12 para alentar el consumo de electrónicos y bienes durables.
El Gobierno mantiene tirantes las riendas (contracción monetaria, baja del gasto público y altas tasas de interés) para controlar la inflación después de un salto del dólar que ya hizo frenar importaciones y desarmar stocks para evitar el pago de asas de interés siderales.