El proyecto está planteado como un plan de largo alcance, con medidas hasta el 2030. Surgió en el sector privado, del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que mantuvo en el año pasado reuniones con el Presidente y la Vicepresidenta, el presidente de la Cámara de Diputados y varios gobernadores provinciales.
El CAA agrupa a los grandes exportadores de cereales de CIARA-CEC, a las Bolsas de granos de todo el país, a parte de la Unión Industrial, a tres de las patas de la Mesa de Enlace, más de 60 cámaras agrupadas, y representantes de todas las economías regionales.
Finalmente el Gobierno la tomó como propia para elaborar un proyecto que enviará hoy jueves al Congreso.
Este lunes el ministro de Economía, Martín Guzmán, recibió a su par de Agricultura, Julián Domínguez, para precisar los últimos detalles este plan de fomento a la agroindustria.
La iniciativa se llama «Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial Federal, Inclusivo, Sustentable y Exportador» (la inclinación del gobierno actual por los títulos largos…), y favorece las nuevas inversiones «en todo tipo de producción agropecuaria y agroindustrial» para 24 cadenas de actividad productiva. Pone parte de su foco en las pymes, y plantea medidas con vigencia hasta 2030, y otras retroactivas a enero de 2021.
En el texto, se prevén distintos beneficios impositivos. Se fija una «amortización acelerada» en 3 años para las inversiones, en lugar de 10 años o más, según el sector del agro.
La forma de ingreso para los beneficios será de manera simple, mediante una Ventanilla Única Digital donde deberán inscribirse los interesados que pretendan acceder a los beneficios.
Se plantea un beneficio para inversiones en infraestructura, y se impulsa la «devolución de IVA en tres cuota». Habrá beneficios específicos para la actividad ganadera: dejarán de pagar Ganancias durante los años de engorde y lo harán cuando vendan los novillos. También habrá un estímulo a compras de insumos, como en las semillas fiscalizadas que venden las empresas.
El Consejo Agroindustrial Argentino había planteado en su constitución como objetivo promover una ley que permita pasar de exportaciones totales del país por u$s 65.000 millones a u$s 100.000 millones, y la creación de 700.000 nuevos empleos, 210.000 de ellos directos con el agro.
La realidad hoy es que el sector agroindustrial representa el 17 por ciento del PBI en todo el país y el 65 por ciento de las exportaciones argentinas. El gobierno nacional ha decidido tomar nota de esto, y apostar a refundar sus vínculos, en diálogo con una institución joven, con ánimo negociador, y que a la vez reúne a algunos de los actores más poderosos de nuestra economía, las multinacionales comercializadoras de cereales y oleaginosas.