(La primera parte de este reportaje está aquí; la 2da., aquí; la 3ra., aquí)
—Como te decía, yo acá tengo preguntas de académicos, preguntas de personas que han pasado por situaciones parecidas a la tuya a lo largo de más de dos décadas y aparece cierta coincidencia en las preguntas. Esta es otra de otra persona, la deuda en pesos reperfilada por Mauricio Macri valía 30 centavos sobre 100 de valor nominal y estaban fuera de los balances de los bancos y de los fondos de inversión. Además, dos terceras partes de esa deuda estaban en manos de fondos del exterior que metieron presión sistemática en la brecha cambiaria. Para limitar las presiones cambiarias, se les dio salida a esos fondos no residentes, emitiendo 50% más de bonos para evitar mostrar la brecha implícita en la operación, operación que el propio Roberto Lavagna criticó. ¿Cómo tomás esa crítica de Lavagna?
—Lo hemos hablado. Estoy convencido de que lo que hicimos es lo correcto cuando miramos todo el cuadro y, de hecho, la brecha cambiaria bajó fuertemente, no solamente por la situación de un canje financiero. Y además lo que hubo fue una pesificación neta elevada, además de 5.000 millones de dólares, hubo deuda en dólares que se convirtió en pesos y el neto dio muy elevado. Roberto Lavagna fue un ministro de Economía muy valioso para la Argentina. Es una persona a quien le tengo mucho respeto. Le hizo mucho bien a la Argentina.
—Esta semana avisaste que se paga el vencimiento de diciembre de 1.883 millones de dólares con el Fondo. ¿Qué pasa si llegamos a marzo y no se logró un acuerdo?
—Uno puede plantear cualquier pregunta hipotética. Negociamos con la plena voluntad de llegar a un acuerdo. Pero no cualquier acuerdo, sino el que cuide a la Argentina. Queremos lograrlo antes de marzo.
—La hipótesis y la pregunta son pertinentes. ¿Qué pasa si llega marzo y el acuerdo bueno no se produce?
—De aquí a marzo, en los tiempos de la Argentina, es mucho tiempo. Las hipótesis son infinitas.
“Las políticas que llevamos adelante en la pandemia permiten que la Argentina hoy esté creciendo.”
—¿La respuesta sería que tenés confianza en que se acordará antes de llegar a marzo?
—Seguiremos trabajando para llegar a un acuerdo antes de marzo. Uno que cuide a Argentina.
—En muy pocos países un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional pasa por el Congreso. ¿Será una instancia que agregue complejidad al problema?
—Vale la pena hacer un poco de revisionismo. En 2016, cuando el gobierno de Juntos por el Cambio planteó el acuerdo con los fondos buitre. Tuvo que ir al Congreso para dar por tierra una ley que impedía pagar a los fondos buitre. En ese momento hablé en el Congreso de la Nación. Planteé la necesidad de un proyecto de ley, gobierno de Macri, que lograse que todo endeudamiento público en moneda extranjera en la forma de títulos públicos bajo la ley extranjera tuviese que ser aprobado por el Congreso de la Nación. Que todo programa con el Fondo Monetario Internacional tuviese que ser aprobado por el Congreso. Las consecuencias de esos endeudamientos trascienden a cualquier gobierno. En muy pocos días se puede dejar un enorme problema de décadas al país. Fue lo que pasó. El gobierno anterior llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y se negoció en tres semanas. Así nos fue. Nosotros planteamos, habiendo terminado la reestructuración de la deuda con los acreedores privados, que debíamos ser consistentes. En adelante, todo endeudamiento con acreedores privados en moneda extranjera bajo ley extranjera, o acuerdo con el FMI debería ser aprobado por el Congreso de la Nación, haciendo que la sostenibilidad de la deuda pública fuese política de Estado y no del gobierno.
—¿No te agrega un problema en el hoy?
—No es un activo. El activo más importante de este acuerdo.
—¿Se precisa que lo apruebe también la oposición?
—La oposición deberá decidir de qué lado está. Pero para la Argentina es un activo.
—Descontás que la oposición va a tener que aprobarlo.
—No descuento nada. Además, no soy miembro de la oposición. Descuento que la oposición deberá votar. Como lo haga no es una pregunta para mí, sino para los referentes de la oposición. Nosotros desearemos que la oposición vote a favor y que toda la Argentina apoye la propuesta de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
—Otra pregunta es si no es una imprudencia la doble contabilidad, la del Banco Central y la del Tesoro de los Decks para eludir el límite normativo de financiamiento monetario al Tesoro en un contexto de debilidad de la demanda de dinero y si amplía el límite de giro en descubierto contra una garantía en cobrarle como una letra intransferible.
—Los ministros preguntan de forma anónima y no tienen la posibilidad de repregunta. No hay doble contabilidad. El problema es que ahí ese ministro seguramente querría repreguntar
—¿Qué repreguntaría?
—Los derechos especiales de Giro fueron emitidos para que puedan utilizar los tesoros. Lo que hicimos fue poder obtenerlos por parte del Banco Central.
“Se recuperará casi el 100% de la caída de la pandemia.”
—¿No es peligroso?
—Consideramos que era lo adecuado. Actuamos en forma consistente.
—Luego de los ingresos extraordinarios por 13.000 millones de dólares este año, 8.500 por el mayor precio de la soja y 4.300 por las Degs, las reservas netas terminaron el año, igual que como empezaron, 1% del producto bruto, perdieron a razón de 1.000 millones por mes, aún con un hipercepo y buenos términos de intercambio ¿Cómo se podría evitar una devaluación? Y aquí ya se anticipa a la repregunta. No me diga que el año pasado los analistas también predecían una devaluación que no ocurrió porque es una falacia. “La exactitud del pronóstico de lluvia de mañana no depende de la precisión del pronóstico de lluvia ayer, sino de las condiciones atmosféricas”.
—Hay nuevamente un problema con los números. En la Argentina están creciendo las exportaciones no solamente en valor, sino también en cantidades. Allí se adjudica el crecimiento del saldo comercial o de la cantidad de divisas a dos factores: al precio de la soja y a los degs. No es correcto. Es muy incompleto, porque en la Argentina crecen las exportaciones de la manufactura de origen agropecuario, de origen industrial, también de los combustibles. Creció la producción de gas. Se frenó el decline.
—Lo que decís es que creció la capacidad de exportaciones en número, sustitución de importaciones. Finalmente lo que planteás es que los 8.500 millones que no vinieron por lo de adicionales se van a lograr en el año próximo de un combo distinto de exportaciones e importaciones.
—La trayectoria de las cuentas externas no es esa, sino no se debe a esos factores solamente, sino que tiene que ver con un esquema que está funcionando.
—¿De cuánto fue exactamente por el aumento del precio de la soja? Fueron números históricos.
—60% por ciento es valor y 23% aumento de cantidades en el interanual. De modo que el resto se atribuye a un componente precios. Por supuesto, los términos de intercambio aumentaron. Desde el punto de vista de la dinámica externa fue favorable. Ahora, yendo a la otra parte de la pregunta, lo que hay que ver justamente es que el Banco Central hoy tiene más reservas que hace un año y la brecha cambiaria que está, por supuesto, a niveles que queremos seguir bajando hoy también está aproximadamente 50 puntos porcentuales por debajo de lo que estaba aproximadamente hace un año. ¿Quiere decir que esto se acaba allí? No, hay que seguir bajando ya. Nosotros tenemos esta situación externa que describo, que nos da las condiciones para seguir manteniendo la política cambiaria que planteamos. Y más allá de que el año pasado tuvimos muchas voces diciendo que iba a haber una gran devaluación.
—El pronóstico de lluvia.
—Y yo tuve razón. Lo planteo desde el punto de vista de las condiciones macroeconómicas. Hoy podemos darle continuidad a la política cambiaria planteada sobre la base de la realidad y los datos.
—Se anunció esta semana el congelamiento de la tarifa de luz hasta abril. No es lo que postula el proyecto del presupuesto 2022. Tampoco se cumplió lo que preveía 2021. Las tarifas ya representan 40 por ciento de los costos de generación y distribución. ¿Cómo se va a resolver?
—Pero eso es protocolar. Eso no implica que después no pueda haber las audiencias correspondientes. Planteamos para 2022 una reducción de los subsidios, que principalmente proviene de que caduca la llamada resolución 46, que empezó dando un precio para la producción de gas de siete con cincuenta dólares por millón de BTU convergiendo en el año 2021 a seis dólares por millón de BTU. Esa resolución caduca el 31 de diciembre de este año. El actual plan GAS tiene un costo más bajo. Paga en promedio 3 dólares con 50 por millón de BTU y ha funcionado muy bien. Es lo que hablábamos anteriormente: ha frenado el decline en la producción de gas. Permite una reducción importante en los subsidios. Y también estamos avanzando en la segmentación de los subsidios, de modo que estén mejor focalizados.
—Otra pregunta. El salto de la inflación del 36 al 50 por ciento anual no obedece a los precios internacionales de los alimentos. A lo sumo podría explicar 2 por ciento de la inflación, como en el resto del mundo agregado. Y también como los monopolios no explican la inflación porque variación y nivel son cosas distintas. ¿Cómo lo respondés?
—Lo segundo, es correcto. El poder de mercado explica que haya un nivel de precios mayor que el de competencia. Refiere al nivel. Pero si hay una mejora es una transición que puede afectar a la variación de los precios.
“Nos importa bajar el riesgo país, pero nuestra perspectiva no es solo la de los mercados.”
—Pero decís que es un nivel alto, en un momento en que puede haber recuperación, que puede haber una recuperación de márgenes o un deseo de aumentar los márgenes, o de cubrirse.
—Lo que puede ocurrir es que aumenten. Lo hablamos cuando nos referimos a los componentes multicausales de la inflación. Y uno de ellos refería al rol de las expectativas que le dan persistencia al proceso inflacionario. Estas conductas de actualizar de forma precautoria o de incrementar de forma precautoria los márgenes de ganancia. Por otra parte, la inflación internacional fue un tema importante. No hay que minimizarlo. No explica el 100% de la diferencia, eso está claro, con respecto al 29%, pero sí parte del salto con respecto a lo que se había proyectado en septiembre del año pasado, cuando no se había dado este proceso de inflación internacional de alimentos tan fuerte.
(Concluirá mañana)