En 2020, la Organización Mundial de la Salud lanzó una estrategia mundial para acelerar la eliminación del cáncer de cuello uterino como problema de salud pública, una de las causas más comunes de muerte por cáncer en mujeres en todo el mundo. Si bien reconoce que los países de bajos ingresos soportan la carga de la enfermedad, la OMS no evitó establecer metas desafiantes.
Donde no existen medidas de control del cáncer, la OMS cree que la prioridad debe ser la inmunización de niñas contra el virus del papiloma humano (VPH) para prevenir futuros cánceres de cuello uterino y otras neoplasias malignas relacionadas con el VPH.
Ahora, un estudio realizado en Inglaterra y publicado en The Lancet, muestra que las tasas de cáncer de cuello uterino son un 87% más bajas en las mujeres a las que recibieron la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) entre los 12 y 13 años -un programa que existe allí-, que en las generaciones anteriores no vacunadas.