El hecho despertó preocupación entre ambientalistas y activistas anti-minería, que denunciaron en las redes sociales un avance contra el patrimonio arqueológico de Santa Cruz. El proyecto de exploración –que cuenta con la aprobación del gobierno provincial- fue suspendido hasta mediados de febrero, cuando se celebrará una audiencia convocada por la secretaría de Minería entre la empresa y la Fundación Flora y Fauna, dueña de la estancia Los Toldos en cuyas tierras se encuentran las pinturas rupestres.
La abogada de dicha fundación, Teresita Iturralde, contó a Página/12 que la empresa intentó ingresar a la estancia para comenzar a explorar a fines de diciembre. “Luego de que les dijimos que no, pidieron una ‘servidumbre de paso` y ahí la secretaría de Minería frenó el proyecto para convocar a la audiencia, pero lo más probable es que resuelvan a favor de la empresa”, explicó.
El principal problema radica en que la explotación minera sería a cielo abierto y provocaría, según la Fundación Flora y Fauna, un “impacto visual” muy fuerte en una zona en la que se pretende llevar a cabo un proyecto de ecoturismo.“También tememos que haya un daño irreversible en el patrimonio arqueológico”, señaló Sofía Heinonen, integrante de la ONG.
En un comunicado, la Fundación advirtió que el impacto de la minería a cielo abierto sobre el medio donde se realiza son “ampliamente conocidos y probados: devasta la superficie, cambia rotundamente la morfología del terreno, genera grandes cantidades de material estéril, hace perder al entorno su atracción escénica y son irremediables no solamente por la destrucción del paisaje, por ser perfectamente visible desde la Ruta 40, sino por el daño irreparable en términos de preservación de áreas de interés arqueológico en una zona única y por el impacto que genera el tránsito constante de vehículos de gran porte que romperán el potencial turístico”.
La Cueva de las Manos es un sitio arqueológico que se encuentra en el cañadón del río Pinturas. Su interés radica en la belleza de las pinturas, así como en su gran antigüedad: las inscripciones más antiguas están fechadas en 7.350 antes de Cristo y desde 1999 declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por UNESCO.
Las tierras fueron adquiridas por la Fundación Flora y Fauna para ser anexadas al Parque Nacional Patagonia. El proceso de donación a favor de Parques Nacional ya está en marcha, según indicaron.
Según consignó el sitio La Vanguardia del Sur, el área de Patrimonio Arqueológico, dependiente de la Secretaría de Estado de Cultura de la provincia de Santa Cruz, dictaminó que el proyecto “se encuentra dentro del área de amortiguamiento y no afecta ningún sitio arqueológico identificado en la Ley Provincial que resguarda justamente dichos sitios”.