El gobierno publicó ayer jueves 16 el Decreto de Necesidad y Urgencia que modifica el Presupuesto del año anterior que quedó en vigencia para este, en función de las proyecciones del programa de Facilidades Extendidas firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este presupuesto contempla una inflación promedio para 2022 del 57,7%, pero tomando en cuenta los extremos, arranca el año en un 52% y concluye en diciembre en el 62% interanual.
La norma mantiene una proyección del déficit primario del 2,5% del Producto Bruto Interno (PBI). En función de ello, el ministro de Economía, Martín Guzmán, tendrá que conseguir financiamiento para un quebranto en la cuentas de $1,91 billones.
El Palacio de Hacienda estima además que el PBI de este año será de $76,5 billones nominales corrientes, lo que implica que se espera un crecimiento del 4%.
Según detalla en un informe la Asociación Argentina del Presupuesto y la Administración Financiera Pública (ASAP), los cambios implican un incremento en el cálculo de recursos de $ 4,3 billones y un aumento de gastos de $ 5,5 billones. “Esto determina una desmejora en el resultado financiero de la Administración Pública Nacional de $ 1,2 billones”, advierte ASAP. El reporte precisa que las fuentes financieras subirán $ 6,6 billones y las aplicaciones financieras, $ 5,4 billones.
El gobierno incluyó nuevos ingresos tributarios por $ 3,5 billones por mayor recaudación del IVA, $ 1.05 billones; Comercio Exterior, $ 973.488,6 millones; Ganancias, $ 573.947,6 millones; Débitos y Créditos, $ 540.234,2 millones; Bienes Personales, $ 75.613,8 millones; Impuesto PAÍS, $ 74.348,1 millones; e Internos, $ 66.475,7 millones.
Asimismo, se incluyen mayores ingresos por Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social por $ 1,5 billones de la Anses y de las respectivas cajas previsionales de la Policía Federal Argentina y del Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares.
En relación a las fuentes financieras el aumento se explica principalmente por la Colocación de Deuda en Moneda Nacional a Largo Plazo por $ 4,8 billones y la obtención de Préstamos del Sector Externo por $ 1,4 billones.
Entre los gastos, las partidas de la Administración Nacional de la Seguridad Social aumentan en $ 2,3 billones, y se destinan $ 2,2 billones para Transferencias al Sector Privado para financiar Gastos Corrientes. Por otro lado, el presupuesto de la Secretaría de Energía aumenta en $ 463.170,2 millones, impactando en las Transferencias al Sector Privado para Gastos Corrientes en $ 459.000 millones con destino a CAMMESA.
La ratificación de obtener un déficit primario del 2,5% forma parte del acuerdo con el FMI, que establece una reducción gradual del rojo de las cuentas públicas. El déficit en 2023 será del 1,9% y en 2024, del 0,9%. El DNU con el nuevo presupuesto se debería haber presentado el pasado 15 de abril, pero ya en ese momento el equipo económico estaba evaluando que los números con el FMI iban a necesitar un ajuste en las proyecciones, y por ello se incumplió ese punto.
El DNU deberá ir ahora a la Comisión Bilateral del Congreso, que deberá expedirse y en 10 días tendrá que ser tratado en el plenario de las cámaras.
La modificación presupuestaria, en su artículo 8, incluye una autorización para emitir Letras de Liquidez del Tesoro en pesos a descuento (Lelites) hasta alcanzar un importe máximo en circulación de $ 100.000 millones para afrontar las emisiones que se realicen durante diciembre de 2022, y cuyo vencimiento se produzca en enero de 2023. Estos instrumentos serán emitidos a plazos menores o iguales a 30 días, y podrán ser suscriptos únicamente por los Fondos Comunes de Inversión.
En un comunicado, el Ministerio de Economía indicó que «el cambio en las condiciones económicas ha generado una modificación en la estacionalidad del gasto a lo largo del ejercicio fiscal».