Esta breve nota de Ezequiel Chabay para El Cronista trae a la luz pública un tema que hasta ahora se ha discutido en medios especializados y mencionado en las redes sociales. Y que, en general, los expertos descartaban.
Pero la guerra en Ucrania ha hecho que las cancillerías, y las empresas internacionales, reevalúen la importancia de las «commodities», y, necesariamente, de los países que los poseen. Y el litio aparece como un mineral fundamental en la etapa que comienza. Vale la pena abrir el debate.
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«El Gobierno argentino aspira a cartelizar los precios del ‘oro blanco’ por medio de una alianza regional. Alberto Fernández negocia con sus pares de Chile, Bolivia y México conformar una suerte de «OPEP del litio». El proyecto no está exento de generar rispideces con empresas chinas y de los Estados Unidos.
Un mineral que se esconde en las montañas del Norte Argentino promete convertirse en un recurso estratégico con capacidad para traer una época de bonanza para el país. El litio es el nuevo «oro blanco», por su papel clave en las baterías de los autos eléctricos, y en la fabricación de celdas para guardar energía.
El precio del carbonato de litio de mayor pureza se ha visto acrecentado en más del 400% en un año y en China se comercia por encima de los u$s 70.000 la tonelada. Junto con el NOA, los depósitos de Bolivia y Chile conforman una suerte de «triángulo del litio» que está llevando a los tres gobiernos y a otros aliados en trabajar en pos de una cartelización de los precios.
La idea de una «OPEP del litio» viene trabajándose desde hace tiempo, y cierto avance hubo con Bolivia desde la llegada a la presidencia de ese país de Luis Arce. Ahora, con Gabriel Boric gobernando Chile, la propuesta volvió a abordarse en los márgenes de la Cumbre de las Américas, ocurrida en los primeros días de junio, en Los Ángeles.
Alberto Fernández y Gabriel Boric discutieron en Los Ángeles incrementar la cooperación para el desarrollo de esta industria, y lanzaron un «Grupo de Trabajo Binacional de Litio y Salares», ámbito que permite desarrollar acciones de cooperación binacional. Con esta iniciativa, el Gobierno pretende intervenir en una disputa global generada por el control de los yacimientos, la explotación, industrialización y comercialización del litio y la hegemonía tecnológica y energética mundial.
Fernández había recibido una invitación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para visitar la capital azteca a su regreso de la Cumbre de las Américas y allí anunciar, junto con chilenos y bolivianos, el lanzamiento de la «OPEP del litio».
Pero Fernández consideró imprudente un encuentro de regreso de una cita a la que López Obrador faltó. Además, México es un proveedor de litio de inferior calidad y sería, de concretarse, un miembro de segundo nivel en esta alianza.
La «OPEP del litio» incluso fue transparentada en la Cumbre de las Américas por el presidente chileno. El último día de deliberaciones Boric contó que se estaba trabajando en tal sentido, «a boca de jarro», lo que no gustó entre sus aliados, en especial en la delegación argentina, por saber que lo que se negocia podrá disparar molestias entre las compañías que demandan en mineral, de origen chino y estadounidense.
La conformación de una cooperación más o menos institucionalizada para acordar reglas de competencia en un mercado que seguirá creciendo ya tiene en la práctica algunos avances. Las provincias productoras argentinas –Jujuy, Salta y Catamarca– mantienen conversaciones informales antes de aceptar inversiones en proyectos extractivos, de modo de no vender la tonelada por debajo de ciertos valores preestablecidos.»