El llamado «Agujero Azul Argentina» es donde se hundió el ARA San Juan y es conocido como «el cementerio de los submarinistas». Se destaca su importancia ecológica porque es un área de alimentación para muchas especies marinas.
Los agujeros azules se formaron durante las eras glaciales, cuando el nivel del mar estaba 100 o 150 metros más bajo que en la actualidad. Se trata de un gran hoyo submarino. Son casi circulares, de paredes empinadas. Deben su nombre al contraste entre el azul oscuro de las aguas profundas y el tono más claro de las aguas poco profundas alrededor
En las profundidades del agujero azul hay poca vida marina por la falta de oxígeno. En las capas superiores del Agujero Azul Argentina, la corriente de Malvinas interactúa con las aguas de la plataforma continental, provocando el surgimiento de minerales que estimulan el crecimiento del plancton y de algas, que a su vez sirven de alimento a multitud de especies.
La Cámara de Diputados de la Nación dio el miércoles pasado media sanción al proyecto de ley por el cual se crea un área marina protegida «Agujero Azul», en la zona donde yacen los restos del submarino ARA San Juan.
Esa área de la plataforma continental argentina, por su biodiversidad marina extraordinaria, es considerada un «supermercado» de alimentos para varias especies marinas. Y está cruzada por intereses conservacionistas, científicos y económicos.
En la superficie surcan barcos de todo tamaño y bandera que pescan en el límite de las aguas internacionales; por debajo de esa masa de agua profunda y fría, se hallan los restos del submarino ARA San Juan y sus 44 tripulantes.
El Agujero Azul Argentina es una zona en el océano, a 500 kilómetros del golfo de San Jorge, entre las provincias Chubut y Santa Cruz. Abarca una superficie de 148 mil kilómetros cuadrados del fondo marino, lindero a la Zona Económica Exclusiva, donde la Argentina ejerce derechos de soberanía para los fines de la exploración y explotación, conservación y administración de los recursos naturales.
Esta área es la única en que la isobata de los 200 metros (una representación cartográfica) transcurre fuera de esa zona de exclusividad. En consecuencia, la parte oriental de del Agujero Azul se encuentra en aguas internacionales.
Puja entre la actividad económica y la biodiversidad
El Agujero Azul es un área de alimentación de varias especies de gran importancia económica (como la merluza, la vieira patagónica y el calamar) y de muchas especies de aves y mamíferos. Pero además otras especies de interés para la conservación, como aves y mamíferos marinos, también se alimentan en el lugar en determinadas épocas del año.
Los abundantes recursos biológicos del lugar hacen que se registre una intensa actividad pesquera extranjera, que se centra en la captura del calamar. Sin embargo, el impacto de la sobrepesca en la biodiversidad y las cadenas de alimentos en gran medida es desconocido.
Por otro lado, las características submarinas, todavía inexploradas, atrae el interés científico, además del económico. Aunque no es lo único: se estima que la zona también sería rica en hidrocarburos. En 2021, el Gobierno nacional lanzó la exploración offshore de petróleo. Con la protección legal, en toda el área del Agujero Azul sería imposible extraerlos.
Corresponde señalar que el conocido experto César Lerena ha cuestionado por ese motivo al proyecto de ley. Lo considera una limitación a la soberanía argentina. Por nuestra parte, señalamos que por su profundidad, el Agujero Azul presenta muchas más dificultades para la extracción de petróleo o minerales que la plataforma continental.
El Área Marina Protegida Bentónica Agujero Azul -su nombre formal- sería la primera creada en la Plataforma Continental Argentina más allá de las 200 millas marinas y permitiría la conservación de un sistema de cañones submarinos en el talud continental, en gran parte desconocido, además del cuidado de especies vulnerables y de los espacios de refugio, reproducción y cría de especies.
Gestionar los fondos marinos
El ministro de Ambiente y Desarrollo sustentable, Juan Cabandié, celebró la media sanción obtenida en Diputados: “Estamos a un paso de contar con una ley para nuestros fondos marinos, que permitirá la conservación de su biodiversidad y la protección de sus recursos”.
En tanto, el presidente de la Administración de Parques Nacionales, Lautaro Erratchu, aseguró: «La creación de esta nueva área protegida nos brindará la posibilidad de preservar y gestionar de manera más eficiente y sustentable nuestros fondos marinos. Además, estaríamos duplicando la cantidad de hectáreas marinas que hoy administra Parques Nacionales para su conservación”.
Esta zona de protección es una de las cinco áreas geográficas prioritarias establecidas dentro de la Iniciativa Pampa Azul, que busca el fortalecimiento de la soberanía argentina sobre el mar, el uso sostenible de los bienes marinos, incluida la creación y gestión de áreas marinas protegidas.