.
.
-¿De qué se trata la industria 4.0 y cómo se está desarrollando en la Argentina?
-Es un proceso bastante incipiente en Argentina y también de alguna manera en todo el mundo. ¿Qué implica? Empezar a combinar los procesos productivos desde una mirada de lo que es el equipamiento de la maquinaria vinculado a la inteligencia artificial, a la automatización, la lógica de la robótica, el internet de las cosas. Entonces empezamos a vincular nuestros procesos productivos con procesos no físicos. En Argentina hubo un estudio del 2018 que mostraba que solo el 5% de las empresas argentinas estaba trabajando específicamente en esto, un 45% estaba en un proceso de ver cómo se acercaba al paradigma de la industria 4.0 y un 50% estaba muy alejado. Esto implicó iniciar un proceso de sensibilización para mostrar a las empresas la importancia de avanzar en estos procesos de transformación digital. Estas inversiones a veces no son tan costosas, pero tienen un alto impacto. También, desmitificar que avanzar en ese paradigma no es tener menos empleo, sino tener otro tipo de empleo, muchas veces más calificado y en mejores condiciones.
– Otro de los ejes que nombrabas es el de sustentabilidad.
-RG: Hay un Plan de Desarrollo Minero que tiene como pilar la sustentabilidad, lo cual es una política que adicionalmente trabaja la Secretaría de Minería de la Nación y las provincias en su rol estratégico con la minería. Hay que tener en cuenta que hay distintas miradas sobre la minería. Hoy hay una búsqueda integral de que tenga procesos más sustentables y de hecho se trabaja permanentemente. En esos procesos lo que el INTI trabaja particularmente hoy en día es cómo tenemos a nuestras PyMES en mejores condiciones de estándares de calidad para poder ser proveedoras de un sector que realmente es muy pujante y tiene una potencialidad enorme. Si pensamos en los procesos de sustentabilidad, la minería es clave para poder tener los insumos para avanzar en energías renovables.
-Por la celebración de los 65 años se realizará el «Concurso Sabores que te acercan al NOA». ¿Cuál es su objetivo?
-Ahí tenemos un punto clave. Primero, por lo que para nosotros implica la potencialidad de Argentina en términos de alimentos. Para que esos alimentos, además, generen una posibilidad de mayor desarrollo la clave es el agregado de valor, por eso es uno de los ejes que venimos haciendo con cada región del país. En el caso del NOA, hemos definido hacer un concurso con un objetivo claro. El primero es de alguna manera ayudar a dar a conocer emprendimientos y empresas que ponen el foco en productos típicos de la región. Desde esa mirada se premia a quienes tienen un producto con originalidad en la presentación con un uso mayor de materias primas locales o técnicas y saberes ancestrales, o donde el rol particular lo tienen jóvenes emprendedores o con perspectiva de género. Esto permite acercar nuestras capacidades y decirle a cualquier emprendedor, cualquier pyme del país, que existe la posibilidad de ser acompañados para consolidar sus proyectos desde el INTI.
-Una de las categorías que mencionaba para el concurso es la de productos elaborados con técnicas y saberes ancestrales.
-Tenemos distintos grados de desarrollo en función de la articulación en las distintas provincias. Por ejemplo, con algunas comunidades, en particular de Salta, estamos aportando un tema estratégico que es el agua a través de distintos procedimientos para acercarles este recurso, que es de consumo humano pero también para que puedan hacer el desarrollo de sus productos. En esa dinámica vamos acompañando distintas realidades. Al estar en cada provincia tenemos la posibilidad de acompañar a las políticas provinciales y a las miradas que hay sobre comunidades indígenas y sus desarrollos. Hay distintas herramientas y formas en que nos vamos vinculando, siempre tratando de aportar algún apoyo que desde el desarrollo tecnológico pueda mejorar las condiciones de producción y de vida en que desarrollan sus tareas.
-¿Hacia dónde dirige su trabajo el INTI a 65 años desde su creación?
-El INTI tiene como función en este año que cumple 65 años consolidar un trabajo de acompañamiento al entramado productivo. Lo hacemos con gobiernos provinciales, universidades, actores del sistema científico y tecnológico, cámaras industriales y empresas. Es mostrar la potencialidad que tiene la industria nacional, que realmente hay una enorme capacidad que hoy se está demostrando por capacidad instalada, inversiones, por generación de empleo industrial. Se está llevando adelante porque hay políticas de Estado, porque nuestro gobierno, nuestro ministerio, está llevando adelante un fuerte apoyo.
Programa Nacional de Desarrollo de Proveedores (Prodepro), de la secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores (Sepyme) y de la subsecretaría de Política Minera de la Nación.
El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) tuvo su origen el 27 de diciembre de 1957, en el marco de un proceso nacional que buscó poner en movimiento la inversión pública en ciencia y tecnología.
Los primeros laboratorios del organismo se ubicaron en el Parque Tecnológico Miguelete, un predio de 19 hectáreas ubicado en el partido bonaerense de General San Martín, en el que hoy se concentran diferentes sedes tecnológicas.
Los años iniciales del Instituto coincidieron con una expansión industrial de la Argentina, producto del modelo de industrialización por sustitución de importaciones orientado al mercado interno, lo cual tuvo un impacto en el INTI al permitir la ampliación de sus servicios y la fundación de sus primeras sedes regionales.
A partir de la sanción de la Ley de Metrología (N° 19.511) en 1972, el Instituto se constituyó como Instituto Nacional de Metrología y así comenzó a tener también las responsabilidades de realizar, reproducir y mantener los patrones nacionales de medida y difundir su exactitud.
Con este rol adicional, contribuye a asegurar la calidad en las mediciones relacionadas con el cuidado del ambiente, la salud, los alimentos, la seguridad pública, la equidad en el comercio y la calidad de la producción industrial.
Actualmente, el INTI busca fortalecer «su mirada federal y su vínculo con el entramado productivo en todo el país» apuntaron desde el organismo.
Entre sus funciones se encuentran «la mejora competitiva de las Pymes, el fortalecimiento de las cadenas de valor en todo el país, la sustitución de importaciones, el desarrollo de proveedores, la consolidación del sistema productivo desde una perspectiva sustentable, la innovación como camino para fomentar la exportación con valor agregado y la adopción del paradigma de la industria 4.0».