Decenas de organizaciones del campo, que agrupan desde productores rurales a agricultores familiares se movilizaron al Ministerio de Agroindustria para reclamar mejoras y políticas para el sector y para exigir que no se elimine el Monotributo Social Agropecuario.
La Federación Agraria Argentina (FAA), la Unión Trabajadores de la Tierra (UTT), el Frente Nacional Campesino y la Agrupación Grito de Alcorta, entre otras, reclamaban una «inmediata audiencia con el ministro Etchevehere y denuncian una «crítica situación» que atraviesa el sector.
«Alertamos sobre las dramáticas consecuencias que las políticas del Gobierno nacional, políticas que no garantizan las condiciones mínimas para seguir produciendo. Nuestro sector se extingue y junto a nosotros, se empobrecen los pueblos del interior y se apagan los territorios rurales; la tierra y la producción se extranjerizan y concentran y los consumidores pagarán alimentos cada vez más caros».
El presidente de la FAA, Omar Príncipe, denunció que en esta situación los productores «nos fundimos y el argentino cada vez paga más caro los alimentos». El presidente de CONINAGRO, Carlos Iannizzotto, afirmó «Hay una decepción con el gobierno que uno va notando cuando se pone a conversar con los productores. Es porque no hay una mirada hacia el sector agroindustrial«.
El recorrido del tractorazo comenzó en el Parque Lezama y culminó frente a la puerta del Ministerio, que conduce Etchevehere. El ministro dijo que «no entiende» las razones de la protesta.
En AgendAR percibimos en esta oportunidad una grieta entre las organizaciones de la actividad rural: Por ejemplo, participaron la UTT, formada por los productores más pequeños y la FAA, que reúne medianos y grandes. Así como CONINAGRO que suma productores pequeños y medios más sectores de la agroindustria.
En cambio, no estuvieron la Sociedad Rural ni Confederaciones Rurales Argentinas.
En cuanto a los reclamos comunes a los participantes, podemos destacar los siguientes:
- No hay plan de mejora de los caminos rurales: la obra pública va a las rutas troncales vía PPP. Pero las cosechas se desvalorizan o pudren cuando se embarra y pone impasable la red capilar. Esto no es ajeno al cierre de 450 tambos en lo que va del año.
- Ningún plan de electrificación agraria.
- Ningún plan de gas agrario.
- Ningún plan de organización de las producciones regionales. El estado está ausente de roles críticos que ni siquiera requieren fondos públicos: la organización de clusters y cooperativas, el abaratamiento de insumos y facilitación del transporte en las distintas ecorregiones productivas, por ejemplo.
- Los insumos del agro están dolarizados, pero el 80% de las ventas son a mercado interno y en pesos.
- Escuchan un discurso confuso por parte del gobierno, pero cero hechos. En la práctica, las quiebras de pequeños productores se aceleran y con ellas la concentración de la propiedad de la tierra.
- Encuentran vital la continuidad del Monotributo Social Agropecuario, de los titulares adscriptos y la incorporación de nuevos titulares
- Consideran que el modelo actual favorece totalmente al gran productor para la exportación. «Por eso Etchevehere no cree que haya ningún problema».
- «Créditos bancarios homicidas y ningún plan de rescate financiero de los productores golpeados por la sequía».
- Piden tarifas diferenciadas para la electricidad y gas oil; créditos blandos a tasa subsidiada; subsidios a los insumos utilizados en la producción; implementación plena de la Ley de Emergencia Social».
También suscribieron los siguientes reclamos:
- Los pequeños chacareros exigen que el Estado «garantice el derecho al uso propio y el orden público en el régimen de semillas» y reclaman la inmediata reglamentación, teniendo en cuenta los aportes a las organizaciones de la agricultura familiar campesina e indígena, la ley de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar aprobada en diciembre de 2014.
- Un aumento del presupuesto de la Secretaría de Agricultura Familiar; la reincorporación de los trabajadores despedidos del Ministerio y el Senasa.