El huracán Ian ya ha cortado el suministro eléctrico a toda Cuba y ayer a la tarde tocó tierra en la costa suroeste de Florida, donde se ordenó la evacuación de 2,5 millones de personas.
Los mares cálidos ayudaron al huracán a crecer un 67% más fuerte en menos de 22 horas de lunes a martes, dicen los científicos.
Las aguas del Caribe son aproximadamente 1 ℃ más cálidas que los promedios históricos, lo que crea «mucho más combustible para la tormenta», dice el meteorólogo Phil Klotzbach.
Es difícil atribuir el impacto del cambio climático a la formación o intensidad de cualquier tormenta. Pero, en general, el calentamiento global hace que sea más probable que se intensifiquen rápidamente. “Estamos subiendo el fuego de una estufa”, dice el científico atmosférico James Kossin.
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