Como anticipamos ayer, el Gobierno decidió aumentar las tarifas de los viajes en colectivos y trenes del área metropolitana. A partir del próximo 15 de agosto (lo que tarda modificar los valores en la red SUBE), el boleto mínimo de colectivo subirá de $ 10 a $ 13, a razón de $ 1 por mes, en agosto, septiembre y octubre. En las líneas de trenes, también habrá tres aumentos, que van de 50 centavos a 75 centavos, según la línea.
Las subas en el transporte colectivo comenzaron en febrero pasado. Dejó de valer $ 6 para tener dos aumentos más y llegar a $ 10 en junio, hasta 3 kilómetros. A partir de octubre, ese mismo viaje saldrá $13, un 30% más.
Las distancias de 3 a 6 kilómetros subirán $1,25 cada vez y pasarán de los $10,50 actuales a $11,75 en agosto, $13 en septiembre y $14,25 en octubre, lo que representa un 35,7% de suba.
En tanto, los boletos de 6 a 12 kilómetros costarán $15 dentro de tres meses, un 39,5% más que los $10,75 actuales. Los de 12 a 27 kilómetros saldrán $15,75, un aumento del 40% con respecto al precio actual ($11,25).
Finalmente, las distancias que excedan los 27 kilómetros subirán también un 40% y pasarán de $11,75 a $16,50.
Para los beneficiarios de la tarifa social, el aumento será de 45 centavos cada vez durante esos tres meses.
Para los trenes, habrá diferencias. Las líneas San Martín, Sarmiento y Mitre tendrán aumentos de 75 centavos en agosto y septiembre y de 50 centavos en octubre. Así, dentro de 3 meses el boleto mínimo pasará de $6,75 a $8,75, una suba del 30%.
Las líneas Belgrano Sur, Roca y Urquiza aumentarán 75 centavos cada vez en esos 3 meses. El mínimo para las primeras dos pasará de $3,25 a $5,5 (69%) y, para la última, de $3,5 a $5,75 (64,2%).
Finalmente, el Belgrano Norte aumentará 50 centavos cada vez en los próximos tres meses y el mínimo pasará de $3,25 a $4,75, una suba del 46%.
El aumento de los combustibles y la devaluación del peso provocan lo que el ministro Dietrich llamó una «adecuación». El caso es que el gobierno no tiene fondos para aumentar los subsidios, no puede endeudarse más, y no quiere o no se atreve a aumentar impuestos. Por encima de los que ya recauda.
El hecho es que estos aumentos -aunque no son mayores a los precios que ya se cobran en otras urbes argentinas- afectan sobre todo a un sector numerosísimo de la población, el de menores ingresos, que usa todos los días el transporte público para trasladarse a su trabajo en el Gran Buenos Aires o en la Capital. Como sucede con los alimentos, son los aumentos que golpean en especial a los más vulnerables.