El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas dictaminó la semana pasada que Australia no protegió a las personas que viven en cuatro islas en el Estrecho de Torres de los efectos del cambio climático y le ordenó pagar por los daños causados.
Es el primer reclamo exitoso de este tipo.
La gente de las islas del Estrecho de Torres, frente al extremo norte de Australia, está perdiendo tierras, fuentes de alimentos tradicionales y sitios culturalmente significativos debido al aumento del nivel del mar.
El fallo tiene implicaciones para otras comunidades que buscan reparación por los daños causados por el cambio climático. Australia “fue un presa fácil para este tipo de casos, porque es un gran emisor de gases de efecto invernadero. Y ha sido tan recalcitrante actuar”, dice la experta en derecho Bridget Lewis, de la Queensland Universidad de Tecnología, en Brisbane.
Para acceder a los detalles del caso, publicado en Nature (en inglés), cliquear aquí.