Con el arribo de más de 115 toneladas de equipamiento tecnológico proveniente de China, comenzó la instalación de los primeros equipos para la puesta en funcionamiento de UniLiB, la primera Planta Nacional de Desarrollo Tecnológico de Celdas y Baterías de Litio, en un predio de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en la capital bonaerense.
A partir de la alianza estratégica entre la UNLP e Y-TEC, la empresa de tecnología de YPF y el Conicet, el país estará en condiciones de sumar valor agregado a este recurso para fabricar celdas y baterías y desarrollar sistemas de almacenamiento de energía más eficientes, limpios y ligeros.
UniLiB se encuentra ubicada en el predio del Polo Productivo Tecnológico “Jorge Alberto Sabato”, que la UNLP posee en diagonal 113 entre 64 y 66, en La Plata.
En un comunicado, se informó que comenzó la instalación de más de 70 máquinas que días atrás llegaron al Puerto de Buenos Aires provenientes de China.
El equipamiento, tras recorrer 18.000 kilómetros en barco, arribó en 13 contenedores con más de 115 toneladas de equipos, que incluyen mixers, hornos, cicladores, cutting/stack, deshumidificadores, y dos imponentes prensas de 13.000 kilogramos cada una, informaron desde la casa de altos estudios.
El vicepresidente Académico de la UNLP, Fernando Tauber, durante una recorrida este sábado, señaló que «una vez más, la agenda científica tecnológica de la UNLP está a la vanguardia del desarrollo nacional y de la agenda social de nuestro país; este acuerdo es una clara muestra del modelo de Universidad reformista que queremos involucrada y comprometida con la actividad académica, el conocimiento científico, el desarrollo tecnológico y la producción industrial», aseveró.
En tanto, sostuvo que además y con el firme empeño de orientar esfuerzos al desarrollo de energías alternativas para aportar soluciones a la problemática medioambiental, «este proyecto vuelve a incorporar la producción y el trabajo a los pilares básicos de la UNLP que son la enseñanza, la investigación y la extensión», remarcó Tauber.
Por su parte, el presidente de Y-TEC, Roberto Salvarezza, durante la recorrida destacó que «avanzamos en la dirección correcta para tener esta planta, la primera en su tipo en Latinoamérica”.
En este sentido, remarcó la importancia de “más de 12 años de generación de conocimiento en el sistema científico argentino, base fundamental para avanzar en nuevas etapas de desarrollo”, y agregó: “Ahora, con la Universidad de La Plata, estamos dando otro paso fundamental para consolidar la cadena de valor del litio en nuestro país”.
En tanto, se informó que una vez completada esta etapa la planta tendrá una capacidad de producción anual -medida en energía almacenada- de 13 MWh, equivalente a 1000 baterías para almacenamiento estacionario de energías renovables o unas 50 para colectivos eléctricos.
En tanto se informó que la puesta en marcha de la primera fábrica argentina de celdas y baterías de litio demandó una inversión total de 7 millones de dólares, y de ellos, unos 5,5 millones corresponden a la obra civil, maquinaria y la producción de materiales de electrodos (MINCyT 1.5 MM, la Universidad Nacional de la Plata 2 MM, Y-TEC 2 MM).
Además, Y-TEC instaló en su sede la primera planta piloto del país para la producción de celdas, y hoy es la única empresa con capacidad para probar nuevos materiales en celdas prototipo de litio en formato comercial.
Comentario de AgendAR:
Nos parece importante resaltar -la nota de Télam no lo hace claro- que esta planta jugará un papel en el desarrollo de las capacidades nacionales en una industria que será clave. Pero la escala de producción posible está muy de lejos de una que permitiría ser competitivos en la producción de este insumo para la industria automotriz, por ejemplo. No dejaremos de ser exportadores -a China, entre otros países- de carbonato de litio.
Estamos de acuerdo con Verónica Flexer: Argentina debe desarrollar otros nichos tecnológicos del litio en los que podamos intentar industrias que requieran una escala menos gigantesca, como el de separación isotópica del litio 7 y el 6, un proyecto de la CNEA financiado modestamente por el FONTAR.
Hay que darle más fondos a esos rincones de la economía del litio donde podamos competir.
Daniel E. Arias