Los especialistas desembarcaron en la zona para analizar la flora, fauna y el suelo. Los trabajos se extenderán por tres semanas. En qué consiste el proyecto que apunta al mercado exportador.
La construcción de un mega puerto petrolero para la exportación de parte de la producción de Vaca Muerta desde Río Negro dio un paso más esta semana cuando un grupo de especialistas contratados por YPF arribó a la zona para iniciar el estudio de impacto ambiental previo que requiere el proyecto.
Los especialistas comenzaron esta semana a analizar la flora, fauna y también las características del suelo no solo del área de Punta Colorada, en donde se proyecta montar el puerto exportador, sino de una región mucho más amplia ya que corresponde al corredor marítimo donde se desarrollará el proyecto.
En detalle, la zona que se estudiará abarca además de Punta Colorada y Playas Doradas, en donde se focalizarán los estudios, a una vasta área que va desde San Antonio Oeste y llega hasta Puerto Madryn.
Para esto se analizarán tanto las particularidades de la flora y fauna terrestre, como marítima, y es por eso que el equipo contratado por YPF está formado por profesionales de reconocida trayectoria en áreas como la Sociología, Antropología, Oceanografía, incluyendo además especialistas ambientales, en biología, ingenieros pesqueros y personal de logística, entre otros.
Según se supo, se trata del personal de una consultora con experiencia internacional en este tipo de estudios, y en la fase de mayor actividad se estima que serán unas 30 personas las que estarán trabajando en el campo, en forma simultánea.
A los efectos de abarcar tanto la obra de la terminal de exportación como así también de las monoboyas que se espera montar a varios kilómetros de la costa, los especialistas tomarán muestras fisicoquímicas y biológicas en el ámbito terrestre, costero y marítimo.
Estos relevamientos abarcarán el estudio de la comunidad bentónica y plantónica, calidad de agua marina y de los sedimentos del fondo marino. Y en paralelo se realizarán relevamientos de flora y fauna terrestre, censos de mamíferos y aves terrestres, costeras y marítimas.
Junto a este trabajo de la flora y fauna, se realizará además un relevamiento social en la zona con el objetivo de determinar las principales actividades sociales y económicas vigentes, trabajando en este caso a través de la metodología de entrevistas a los referentes de cada sector.
Los estudios de impacto ambiental fueron solicitados por el gobierno de Río Negro y son un requisito que se impone siempre en este tipo de proyectos. Pero además, desde la petrolera de mayoría estatal el objetivo es elevar la calidad de los relevamiento a realizar al nivel de estándares internacionales, para garantizar la sostenibilidad ambiental y social del proyecto y la correcta caracterización de la zona donde se instalará.
La apuesta de YPF es clara y se enmarca en una necesidad que se ve en el corto plazo como otro cuello de botella: es que la producción de petróleo de Vaca Muerta puede crecer tan rápidamente que el puerto de exportación (Puerto Rosales) al cual llegan hoy los oleoductos no alcanzará.
Es por esto que el plan de YPF, valuado en una inversión de 2.000 millones de dólares, comienza con un nuevo oleoducto bautizado Vaca Muerta Sur que partirá desde el corazón de los desarrollos, en Loma Campana y tendrá en Allen su primera escala.
De allí, la línea correrá en paralelo a los ductos de Oldelval hasta la zona aproximada de Chichinales, desde donde cambiará el rumbo y en lugar de continuar hasta la costa bonaerense lo hará hacia el sur (de allí su nombre) con destino al Golfo San Matías.
En la zona de Punta Colorada se espera montar el mayor puerto exportador de petróleo del país y uno de los más grandes de Sudamérica. Para esto se contará con 250 hectáreas para montar además un sistema de almacenamiento que llegue a los 7 millones de barriles, y supere a la capacidad que hoy tiene Oiltanking Ebytem, en la zona de Bahía Blanca.
El puerto se completará con dos monoboyas de carga que estarán ubicadas a unos 6,7 kilómetros de la costa y que permitirán que, gracias al gran calado natural del mar, puedan ingresar allí buques de mayor capacidad que los que actualmente llegan a Puerto Rosales.
Desde YPF esperan que las obras estén completadas en menos de tres años, para fines de 2025, y que permitan tener un nivel de exportaciones de 2,4 millones de barriles por semana.
La obra no solo implicará la creación de 100 nuevos puestos permanentes de trabajo en la zona costera de Río Negro, sino cerca de 1000 puestos durante su construcción. Y es una clara necesidad para poder vender la producción de Vaca Muerta llevó a que desde hace meses se exceda por muchos miles de barriles al día el nivel de autoconsumo del país.
Claro está que existe oposición a este proyecto y la muestra más clara es el pedido de inconstitucionalidad del cambio en la ley de Hidrocarburos que se aprobó por la legislatura rionegrina el año pasado y que impulsan en conjunto grupos ambientalistas que buscan retrotraer los permisos dados.