El tradicional diario de negocios El Cronista -que en general comparte la filosofía económica del actual gobierno- advierte de un hecho inquietante: Debido a que se resintió la cadena de pagos y a que las tasas de interés para las empresas escalaron al 70%, se incrementó 8% interanual en el primer semestre la presentación de concursos y quiebras, en especial de las pymes, las orientadas al consumo, y las del sector industrial, según datos oficiales.
De acuerdo con los números de la Oficina de Estadísticas del Consejo de la Magistratura, se presentaron 132 concursos y 829 quiebras en el Fuero Comercial entre enero y junio.
«Se espera que en el segundo semestre de este año haya muchas más presentaciones», afirmó Germán Mozzi, de Mozzi Abogados quien observa que la tendencia comenzó ya a fines del año pasado y se incrementó con la corrida cambiaria.
«Las empresas están teniendo muchos problemas para financiar el capital de trabajo. En su gran mayoría, no cuentan con el mercado de descuentos de facturas y cheques. Además, enfrentan mora en la cartera activa, ya que los propios clientes piden alargamiento de los plazos. Otro problema grave es que es difícil trasladar los costos a los precios, porque hay problemas con la demanda y no saben a qué precio vender», explicó Mozzi. «En general, cuando hay inflación, se tiende a cubrirse con una política de atrasar los pagos de impuestos o cargas sociales, y empiezan a acumular deudas y moratorias».
La abogada Graciela Alfici, del estudio Goldsztein-Alfici, coincidió en que se incrementaron las presentaciones en los últimos 60 días, principalmente de pymes, y las vinculadas con el rubro textil y la venta de electrodomésticos.
«Porque bajaron abruptamente las ventas y se incrementaron los costos fijos, los servicios, las paritarias. Se produce un desequilibrio económico financiero que no pueden cubrir con el giro ordinario de sus negocios», dijo Alfici, al recordar que las financieras cobran a las pymes tasas del 70%.
«Hay una interrupción en la cadena de pagos, justamente porque las pymes se presentan en concursos. Dejan de pagar todos los cheques anteriores a la presentación del concurso y eso tiene un efecto multiplicador», explicó Alfici. «El concurso es un remedio
para evitar que se caigan las cuentas bancarias».
José María Allonca, de Allonca Abogados, espera más presentaciones en los próximos meses, «porque la cadena de pagos se va a seguir resintiendo, si no bajan las tasas y el mercado se sigue reprimiendo, y las empresas se están comiendo los stocks. El concurso es una herramienta para poner un freno a los reclamos y volver a reestructurar forzadamente la deuda».
Entiende que los impulsa una combinación de factores: el cambio de modelo económico, la apertura de las importaciones y la corrida cambiaria. El concurso preventivo «abre una ventana de casi dos años para no pagar las deudas», dijo Allonca. Implica la obligación de que todos los acreedores, incluso los trabajadores, tengan que
solicitar el reconocimiento de sus créditos ante el juez, quien ordena frenar todos los juicios contra la empresa e impide pedir nuevos embargos.