Muchas empresas han puesto asistentes “virtuales” para brindar ayuda automatizada y rápida
NEDA es una organización sin fines de lucro que tiene como objetivo apoyar y ayudar a aquellas personas que están pasando o pasaron por un trastorno de conducta alimentaria (TCA). Sin embargo, su misión comenzó a fallar cuando varios usuarios reportaron extrañas respuestas por parte de su bot conversacional.
Entre sus afirmaciones más polémicas, Tessa aseguró que la recuperación de un desorden alimenticio podía coexistir de manera saludable con una pérdida de peso. A su vez, dio consejos más prácticos de “cómo bajar de peso”. Estos son algunos de ellos, tal como expuso la activista Sharon Maxwell:
- Contar las calorías
- Realizar un déficit calórico de 500 a 1000 calorías diarias
- Pesarse y medirse semanalmente
- Tener como objetivo perder 400 a 800 gramos por semana
Ante las críticas, NEDA sacó un comunicado oficial en sus redes sociales y respondió a la polémica. “Anoche nos llamó la atención que la versión actual del chatbot Tessa, que ejecuta el programa Body Positive, podría haber dado información perjudicial y no relacionada con el programa». Junto a esta declaración, la organización se comprometió a investigar inmediatamente la causa y confirmaron que dieron de baja a su bot.
Sin embargo, ese comunicado no alcanzó. “Es tiempo de que NEDA dé un paso al costado”, afirmó Maxwell. “Si yo hubiese tenido acceso a este chatbot cuando tenía mi trastorno de conducta alimentaria, no hubiese sido de gran ayuda”, profundizó. La influencer concluyó su posteo con un alarmante pedido a su comunidad de dejar atrás a NEDA y de apoyar a las comunidades que realmente están ayudando a las personas con TCA.
La CEO de NEDA, Liz Thompson, declaró que este chatbot nunca estuvo pensado para “reemplazar” humanos, sino más bien estuvo formulado como un programa aparte. Además, afirmó que las razones por las cuales cerraron la línea telefónica fueron por cuestiones “de la empresa” y que esta decisión había estado en evaluación hace tres años.
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Este caso es una mera demostración de nuestro presente y trae sobre la mesa la pregunta que recorre todos los titulares: ¿se podrá, verdaderamente, reemplazar al humano? Los intentos, hasta hoy, han traído varios problemas y polémicas, más cuando se trata de cuestiones tan sensibles y que requieren de una inteligencia emocional en acción. Si bien hay ciertas tareas reemplazables, hay una que nunca se podrá imitar: la capacidad de sentir.