Como autoridad de aplicación de la ley, la secretaria de Energía asignó a la firma Enarsa la tarea de manejar y garantizar la continuidad de los servicios de Alicurá, El Chocón, Planicie Banderita y Piedra del Águila una vez que concluyan los contratos de concesión de esos activos hidroeléctricos, en agosto próximo.
La Secretaria de Energía de la Nación instruyó formalmente a la empresa estatal Energía Argentina Sociedad Anónima (Enarsa) a tomar el control de las represas hidroeléctricas del Comahue. La secretaria Flavia Royón encomendó a Agustín Gerez, gerente general de Enarsa, tomar el control de los complejos hidroeléctricos Alicurá, El Chocón y Planicie Banderita una vez que expiren sus concesiones, algo que sucederá el 11 de agosto de este año. La instrucción también contempla la toma de posesión de Piedra del Águila, cuyo contrato vence oportunamente el 29 de diciembre de 2023; es decir, en el arranque del mandato de las próximas autoridades nacionales.
Hasta esa fecha Alicurá se mantendrá en manos de la firma norteamericana AES, mientras que El Chocón, Planicie Banderita y Piedra del Águila seguirán en poder de Enel, Orazul Energy y Central Puerto, respectivamente.
En concreto, Royon le pidió al titular de Enarsa que «adopte las medidas necesarias para encontrarse en condiciones de asumir transitoriamente la actividad de generación de energía eléctrica ante la proximidad del vencimiento de las concesiones y a partir de la fecha del mismo, incluyendo, sin limitación, la eventual transferencia del personal y los contratos relacionados con dichas centrales».
La secretaria de Energía puso el foco en la importancia estratégica que tiene para el país la generación hidráulica, sobre todo en el marco de la transición energética, concibiendo a esta fuente renovable como una de las más confiables y flexibles para dar rápida respuesta a las fluctuaciones de la demanda, aparte de resaltar sus bajos costos operativos.
Según la nota, el Estado se encuentra obligado a implementar «las tareas necesarias para concretar la devolución de las concesiones hidroeléctricas», hecho que comprende una serie de aspectos políticos, jurídicos, económicos y técnicos.
Instrumento idóneo
Gracias a su fusión con Emprendimiento Energéticos Binacionales Sociedad Anónima (EBISA), prosiguió el documento, Enarsa absorbió las competencias requeridas para la realización y operación de proyectos vinculados con la generación hidroeléctrica. En ese sentido, la nota de Energía señala que hoy la firma se erige como el instrumento más idóneo para «garantizar la efectiva reversión y la adecuada restitución al Estado nacional de todos los bienes afectados a las referidas concesiones».
Una vez vencidos los plazos previstos, Enarsa deberá «asegurar la continuidad de los servicios, el correcto funcionamiento de las instalaciones y la plena operatividad de las centrales«.
La idea del Gobierno es que Enarsa cree una subsidiaria para cumplimentar estas labores en Alicurá, El Chocón, Planicie Banderita y Piedra del Águila. El capital accionario de la eventual nueva compañía, que en un principio le pertenecería en un 100% a la empresa que conduce Gerez, podría admitir luego la participación de provincias y capitales privados.
De todos modos, la discusión entre Nación y las gobernaciones de Neuquén y Río Negro no pasa tanto por quién se quedará con la propiedad de los activos, sino por cuál será la renta futura del negocio hidroeléctrico. En efecto, las provincias quieren mejorar el precio de venta de la electricidad, algo inconveniente para el Estado nacional.