viernes, 22 noviembre, 2024 - 10:43 pm

Nace un nuevo gigante agroexportador. Se fusionan Bunge y Viterra

Renova, en Timbúes, Santa Fe. La planta más grande del mundo en su tipo es propiedad de Viterra.
Las fusiones comerciales a escala global de grandes compañías se cocinan lento y arrastran algún que otro tembladeral en los mercados. Algo de esto está sucediendo con la compra de Bunge a Viterra (ex Glencore), posicionadas entre los mayores operadores del comercio de granos del mundo y de la industrialización de la soja, que hizo ruido en el mercado local, en el campo y, puntualmente, en la zona núcleo donde pisan fuerte. Un cordón agroexportador minado de cerealeras que podrían tener un nuevo jugador de peso al que de movida le fruncen el seño por posible concentración.
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En rigor, aún no se proyecta el impacto que puede tener en el país, pero los números de la negociación de por sí hacen imaginar un monstruo cerealero. Más aún cuando ambas se alistaron con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) como socias estratégicas de Vicentin que, en el marco del concurso preventivo por U$S1.500 millones, buscan armar una nueva compañía con capitales mixtos para dentro de unos años. En la firma concursada festejan el empoderamiento. De por sí, en el sector descuentan que la empresa de origen estadounidense se posicionará como líder en el complejo oleaginoso.
La sorpresa, sostienen en el sector, es que Bunge compra Viterra y no al revés. «El impacto de estos monstruos en el país es relativo porque son solo traders, compran granos, por ejemplo no tienen campos. En ese sentido que lleguen posibles inversiones es discutible», argumentó un empresario del sector de biocombustibles.
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El romance comenzó con algunas negociaciones frustradas desde hace unos años, pero se encaminó en los últimos meses y podría cerrarse del todo en 2024. Se trata de un entendimiento que representa un valor superior a los U$S18.000 millones entre operaciones y deudas. Según el comunicado, los accionistas de Viterra recibirán aproximadamente 65,6 millones de acciones de Bunge, con un valor total de aproximadamente U$S 6.200 millones y aproximadamente U$S 2.000 millones en efectivo, representando una combinación de consideración de aproximadamente 75% de acciones de Bunge y 25% en efectivo.
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La planta de crushing y puerto de Bunge en Puerto San Martín provincia de Santa Fe.

La planta de crushing y puerto de Bunge en Puerto San Martín provincia de Santa Fe.

Según explicó un especialista del sector agroexportador a Letra P, será una suerte de enlace de unidades. “La fusión es complementaria, Bunge tiene redes de acopios y mercado interno de aceite envasado, Viterra no tanto. Viterra tiene una planta de molienda con mucha tecnología, Bunge no. Ambos tienen puertos con diferentes tamaños”. Además, arma una estructura vertical interesante para los procesos y con posicionamientos globalmente en varios mercados. Lo que se comentaba por lo bajo entre traders ni bien conocida la noticia es que no le sobra capital para invertir en un negocio de semejante volumen como el que tendrán en manos.

La estadounidense es una procesadora top de semillas oleaginosas y con los negocios de crushing de Viterra podrían enfrentar un escrutinio regulatorio en Argentina donde tienen la planta aceitera más grande del mundo, Renova, en Timbúes a escasos kilómetros de Rosario. Por eso la fusión deberá ser aprobada por las autoridades locales, como la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), con el fin de evitar casos de monopolio en la comercialización.Un ejecutivo que trabaja diariamente con traders hizo especial mención a que los procesos “son largos, duran varios años, y, además, deben pasar por autorizaciones legales de Defensa de la Competencia en todos los países”. Por eso, también, el sector agroexportador no hace referencia a la noticia y mantiene perfil bajo.
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Números

Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en 2021 en Argentina, Viterra fue el tercer exportador detrás de Cargill y la china Cofco, y Bunge se posicionó en el cuarto lugar. Es decir, el ranking podría quedar en manos de la nueva compañía. A nivel global la estadounidense integra el denominado grupo de las grandes ABCD, que incluye a Archer-Daniels-Midland Co. (AGD), la misma Bunge, Cargill y Louis Dreyfus. De hecho, en cuanto a tamaño queda más que competitiva entre esos grandes, como por ejemplo, Cargill, quien le sacaba ventaja. No es un dato más el que acaba de nacer.

A diferencia de los productos procesados (harina de soja y aceite de soja), en el caso de los granos el mercado quedaría bastante más repartido con el resto de los competidores: juntas pasarían a liderar el negocio de las exportaciones de trigo, cebada y soja, aunque en maíz no lograrían bajar a ADM ni a Cargill, todo en consonancia con las operaciones de 2022.

En cuanto a harina de soja, las exportaciones sumadas entre Bunge y Viterra el año pasado fueron equivalentes al 32% del total y dejarían también muy atrás al resto de los competidores: AGD con el 16%, Cargill y Molinos Agro con el 12% cada uno, y Dreyfus con el 10%, entre otros. En el caso del aceite de soja, representaron un 31% del total, el doble del resto.

Juntas concentraron el 61% de las exportaciones de aceite de girasol. Tras el default de Vicentin, gran parte del negocio aceitero de la compañía quedó en manos de Viterra, que con la nueva integración crecería enormemente hasta transformase en una posible virtual posición dominante del negocio girasolero nacional.

Activos

La estadounidense tiene plantas fabriles en Ramallo, Tancacha, San Jerónimo Sud y junto a la gigante AGD es accionista del principal puerto cerealero del país en Puerto General San Martín, Terminal 6. Además es el principal productor de aceites vegetales del mundo, también se asoció con el gigante petrolero Chevron y el gigante de semillas y productos químicos Bayer para perseguir la creciente demanda de materias primas de combustibles renovables.

En 2012 Glencore adquiere el acopiador de granos canadiense Viterra por U$S 6.100 millones. En 2020, Glencore Agriculture cambia su nombre a Viterra en todo el negocio global. Es recordado que en el inminente default de Vicentin, Glencore adquirió un 16,67% de Renova para convertirse en accionistas mayoritarios (66,7%) de la aceitera más grande del mundo.

Facundo Borrego

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