Salvarezza afirmó que solo faltan algunas conexiones eléctricas en el parque donde se encuentra ubicada la planta: “Estaremos produciendo las baterías de litio este año, y será con carbonato de litio catamarqueño en este caso”, enfatizó el directivo, quien recordó que ya se vienen produciendo celdas de ion-litio en etapa de pruebas.
“La etapa de planta piloto ya la hemos superado. Venimos produciendo celdas a escala piloto. Estamos en una etapa de baja escala industrial, que en la instancia actual podría dotar de baterías a unos 300 vehículos por año”, describió.
El presidente del brazo tecnológico de la petrolera argentina recordó que la empresa está construyendo en Santiago del Estero una planta que “es cinco veces más grande”.
En medio del debate del desarrollo del litio en Argentina, uno de los países del mundo con mayor disponibilidad de este recurso minero, consideró que, en el plano político, “hay una decisión de los gobernadores de agregar valor” en el contexto de desarrollo de estos recursos.
Salvarezza destacó la necesidad de avanzar en las licencias sociales en las provincias que están explotando el litio o tienen proyectos en desarrollo para evitar tensiones en un contexto de la producción del recurso.
“Es imposible pensar en la minería en general y en el litio en particular, sin licencia social. Es necesario que las comunidades vean que esto va a traer un desarrollo humano y social. Cualquier intento de hacerlo de otra manera, es un intento fallido. Lo hemos vivido con emprendimientos mineros en Mendoza y Chubut, con el offshore. Las licencias sociales hay que ganarlas y en el tema del litio es fundamental”, manifestó.
Acerca de la necesidad de un marco legal nacional que imponga condiciones para el desarrollo del litio, Salvarezza afirmó que, al margen de que se trata de un recurso que es de las provincias, “debería haber una referencia legal” que proponga condiciones para la llegada de inversiones e incentivar el valor agregado.
En diciembre del 2022 YPF e Y-TEC firmaron un convenio marco de colaboración para crear en la provincia de Catamarca una planta de fabricación de celdas, baterías de ion-litio y material activo. La firma de convenio marco establece crear dos plantas en Catamarca para desarrollar el material activo para las baterías y empezar a producir celdas para la generación de energía estacionaria.
En el caso de Santiago del Estero, se conformó el Consorcio de Cooperación para la fabricación de celdas y baterías de Ion-Litio, integrado por la provincia, el Centro de Investigación y Desarrollo provincial (CIID), la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) e Y-TEC, con el objetivo de construir una segunda planta piloto para la fabricación de celdas y baterías de ion-litio.
AgendAR añade:
El suministro de carbonato de litio para la planta piloto de baterías en La Plata, llamada UniLIB, lo da la minera estadounidense LIVENT, que ya opera en zona. No es imposible que el acuerdo alcance también la futura planta en Santiago del Estero.
La construcción de esta unidad marcaría, por fin, el momento en que el litio deja de ser lo que los economistas heterodoxos llaman «una maldición del recurso» para el país y se vuelve una fuente de empleo calificado y duradero, capaz de enraizarse en el mercado interno, además de exportar valor agregado.
Por ahora, para las mineras, a diferencia de México, donde el recurso fue nacionalizado, y de Chile, donde toda exportación sin valor agregado local debe pagar hasta el 40% de impuestos, el marco legal e industrial del litio en Argentina es el del Far West: pase y sírvase.
En revancha, el desarrollo de industrias de servicios a pie de salar es fragilísimo: transportes de gente y de cargas, catering, mantenimiento de algunos equipos, el equivalente de lustrarle los zapatos (eso sí, por pago) a uno que te los puso en la nuca para vaciar, muy tranquilo, tu caja de ahorro en el cajero automático.
Vale la pena por eso destacar el tipo de batería al que apunta UniLIB. No es la de su celular ni la de su computadora, lector/a. Tampoco la de su auto eléctrico o híbrido, si Ud. es uno de esos poquísimos argentinos dueños de un vehículo total o parcialmente eléctrico. Ahí hay demasiada competencia.
Por el contrario, la batería a la que apunta UNILIB es un producto de nicho, pero también de base. Para ser claros, son dos productos. Uno es una batería grande, para camiones o colectivos. El otro es una batería gigante estática, capaz de almacenar los excesos de producción de recursos intermitentes, como el solar y el eólico; para venderlos luego en la red eléctrica cuando ésta tiene demanda insatisfecha.
No son una novedad. Los australianos le vienen comprando baterías del tamaño de containers a TESLA para poner a pie de sus granjas eólicas costeras, o en sus enormes parques solares.
Cuando esa batería entrega corriente a la red, será electricidad de la muy cara, sin duda, pero más cara es su falta. Y para nosotros los argentos, con bastante sobreinstalación eólica en el Sistema Interconectado Nacional, estas baterías son un modo de acumulación. Permitirá levantar un poco el techo actual de las fuentes intermitentes, en lugar de seguirlas subsidiando, entre muchos modos, con prioridad de despacho.
Prioridad de despacho significa quemar gas natural al cuete como «reserva caliente» porque justo hay buen viento en -ponele- Miramar, pero no sabés cuánto va a durar. Sin embargo, la legislación obliga a CAMMESA, que dirige el mercado eléctrico spot, a comprarle al eólico en Miramar, y debido a ello tenés una honesta turbina de gas o de ciclos combinados en las cercanías funcionando y caliente, pero sin entregar electricidad.
Tiene que estar lista para salir y tomar la posta si se cae el viento, que además de intermitente es impredecible. Es decir, el estado está perdiendo un recurso finito (el gas) y el dueño de esa turbina está perdiendo plata y contaminando… de puro ecologistas que somos.
Ahora UniLIB va a dar la posibilidad de acumular a pie de turbina, y vender en la hora pico de consumo, y dejar trabajar en paz a los proveedores de electricidad de base, no intermitente. Ud. me dirá: si, pero ¿con una plantita de 1500 unidades/año como UniLIB le vas a hacer competencia a las fábricas gigantes de baterías gigantes de TESLA?
La respuesta: sí.
Hay con qué. Somos un país lleno de ingenieros químicos, no sólo de salares. ¿Y cuánto litio propio tiene Elon Musk? Hasta hace poco se sentía el dueño del litio boliviano, tras haber contribuido al golpe de estado que derribó a Evo Morales y fanfarronear de ello por Twitter: «Le daremos un golpe a quien se nos cante, bánquensela». Pero con el nuevo gobierno de Arce, por ahora gastó plata al cuete.
¿Y cuánto le costaría el flete a Musk para poner sus monstruos en, supongamos, los parques solares del NOA? ¿Y este muchacho cree que para sus productos no valdrán las tarifas aduaneras extrazona del Mercosur? Ahora, si quiere instalar alguna de sus «Megafactories» de baterías de litio en Argentina, le damos un banquito y nos sentamos a negociar. ¿Tomará mate, el Elon? ¿Compramos bizcochitos?
Son alternativas inteligentes frente a un cuadro de minería -el actual- muy malo para el país y para el NOA.
Daniel E. Arias