Argentina tiene un largo recorrido en la exploración espacial: fue el cuarto país en el mundo en poner un ser vivo en el espacio en la década del ’60. En ese entonces, envió al ratón Belisario y luego al «primer astronauta argentino», el mono Juan. Con los años, el país desarrolló distintos satélites para obtener imágenes con distintas finalidades. Los últimos fueron los satélites de observación terrestre Saocom 1A y 1B.
El próximo gran avance del país es el armado de un vehículo de lanzamiento espacial propio (cohete), bajo el nombre de Tronador II.
«El plan que hemos logrado actualizar, es un plan sólido y los recursos humanos que tenemos son muy buenos», le dijo a AIRE el ingeniero Daniel Rocca, gerente de Acceso al Espacio de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
«Es un proyecto muy desafiante, con un riesgo importante, pero la verdad es que los pioneros y los que vencen la barrera de lo que se ha podido lograr, son los que se atreven. Entonces hay que ser proactivos en una planificación que sea lograble», señaló.
«Lograr tener un lanzador espacial es algo que lleva mucho tiempo. Se necesita un contexto tecnológico y de estabilidad. El problema que a nosotros más nos preocupa o nos impacta, es la financiación del proyecto. Vamos a poder avanzar más lento o más rápido, dependiendo de cómo sea la circunstancia», contó Rocca.
¿Qué es el proyecto Tronador II?
Los vehículos de lanzamiento espacial Tronador II son tres (Tronador II-70, Tronador II-150 y Tronador II-250) y se están armando con el objetivo de poner satélites argentinos en espacio sin depender de otras agencias espaciales.
El vehículo final, Tronador II-250, está previsto para terminarse cerca del año 2030.
El Tronador II-70 será el primer vehículo lanzador de los tres que forman parte del proyecto, pero hará pruebas, no pondrá un satélite en órbita. Luego le seguirá el Tronador II-150. Ambos cohetes solo realizarán vuelos sub orbitales para realizar experimentos.
«El Tronador II-70 y II-150 van a ser experimentales, no van a llevar satélites a la órbita de la Tierra. Van a llevar algún experimento de carácter tecnológico. Por ejemplo, van a experimentar cómo se comporta un nuevo diseño o nuevos materiales en el ambiente aeroespacial, en condiciones de microgravedad», contó el ingeniero de la CONAE.
El primer Tronador II-70, se lanzará en el 2026 desde la base espacial que Argentina tiene en Punta Indio, provincia de Buenos Aires, a unos 20 kilómetros de Pipinas, un pueblo en donde hay una base de lanzamiento para vehículos pequeños experimentales. Con este evento, Argentina probará el motor de la segunda etapa del cohete Tronador II-250. Luego, cuando lance el Tronador II-150, probará uno de los tres motores de la primera etapa del Tronador II-250.
Finalmente, el Tronador II-250 pondrá en órbita por primera vez un satélite argentino.
Las últimas novedades del plan espacial de Argentina
A mediados de junio de este 2023, la CONAE anunció un avance en el desarrollo del primer prototipo de un tanque para el Tronador II- 250.
«Lo que el otro día se anunció fue un hito sobre la obra del Tronador. El hito fue que se construyó por primera vez un tanque para el Tronador II-250, que es un tanque de dos metros y medio, por eso se llama ‘250’, porque los vehículos están nominados a partir del diámetro. En la actualidad, además de haber logrado el tanque de este prototipo, también estamos trabajando en el desarrollo de la propulsión de la segunda etapa del 250 y estamos pasando por diferentes prototipos que estamos ensayando», dijo Rocca.
«Con la saga de vehículos que hemos propuesto en el plan, queremos ir, de una manera incremental y evolutiva, tomando riesgo acotado», contó el ingeniero.
«Hoy tenemos el prototipo, culmina un camino que es tener los procesos de soldadura, haberlos evaluado contra una norma y estar en un nivel aceptable. Lo vamos a ir evolucionando», sostuvo.
El desarrollo y fabricación del Tronador II forma parte del programa de Acceso al Espacio de la CONAE que se enmarca en el Plan Espacial Nacional, y tiene por objetivo colocar satélites en órbitas bajas a 600 kilómetros de la Tierra desde el territorio nacional a través de un lanzador desarrollado íntegramente en el país.
Cuenta con una inversión total estimada de 450 millones de dólares por parte del Estado Nacional hasta 2030. También contempla un monto de 9.730 millones de pesos destinados al desarrollo de un prototipo denominado TII-70 y de la infraestructura auxiliar prioritaria.
«La participación de las empresas del sector espacial argentino tiene que incrementar. Pero eso se tiene que dar gradualmente. A diferencia de Estados Unidos, nosotros estamos en esa transición todavía, no tan maduros como ellos u otras potencias que tienen una industria sumamente desarrollada, que pueden tomar un riesgo que hoy acá no es posible», agregó el ingeniero de la CONAE.
¿Desde dónde lanzará Argentina sus cohetes al espacio?
La Conae tiene distintas sedes espaciales: en Córdoba, Buenos Aires, Punta Indio y en la base Manuel Belgrano (dentro de la base naval de Puerto Belgrano, en comodato con la Armada).
El Tronador II-70 hará sus pruebas en la base de Punta Indio (en Pipinas) y, los Tronador II-150 y Tronador II-250, despegarán desde la base Manuel Belgrano a finales de la década.
Impresiones en metal, una tecnología pionera en el país
El ingeniero Rocca le contó a AIRE que en la CONAE están realizando impresiones en metal, una tecnología pionera en el país.
«Actualmente, hay dos impresoras láser, la más grande la tenemos nosotros en la CONAE. Estamos en este momento imprimiendo las cámaras de combustión en un cobre especial y está yendo muy bien. Eso es algo pionero e innovador. Así como hay impresiones en plástico, las 3D, en la impresión en metal se aporta un polvo y un láser hace la conformación de la pieza. Retiene el material convirtiéndolo en sólido. Eso es realmente impresionante de contarlo y verlo, ni hablar. Pero las piezas existen y nos están dando muy buen resultado», dijo.