La empresa australiana Allkem firmó un préstamo con la Corporación Financiera Internacional, subsidiaria del Banco Mundial, por US$180 millones para el desarrollo del proyecto Sal de Vida; la planta producirá un estimado de US$450.000.000 en exportaciones el próximo año.
El “oro blanco” que se concentra en el noreste del país es la apuesta que conquista a inversores dentro y fuera de la Argentina. El litio dejó de ser un elemento químico en la tabla periódica para volverse uno de los recursos más deseados en el proceso mundial de electrificación, y su rica presencia en suelo argentino prometen posicionar al país como jugador de peso pesado en el mundo del carbono cero.
Al tratarse de un insumo clave para las baterías que generan energía limpia, el mundo quiere litio y la Argentina lo tiene. Así, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) -miembro del Grupo Banco Mundial- firmó hoy un préstamo verde de US$180 millones a la compañía australiana Allkem -una de los principales productores mundiales de litio, con operaciones en producción en Argentina, Australia y Japón, y proyectos en desarrollo en el país y Canadá- para apoyar el desarrollo de Sal de Vida, operación en la provincia de Catamarca, Argentina. Esta inversión contempla el desembolso de US$100 millones del IFC y otros US$80 millones en fondos movilizados.
A pesar de la volatilidad macroeconómica de los últimos años, la inversión llegó como la primera inversión en minería a nivel nacional y la primera en un proyecto vinculado al litio a nivel mundial. El desembolso para apoyar la explotación del proyecto en tierras catamarqueñas se encuentra todavía en su primera etapa, pero proyecta su primera producción para principios del próximo año.
Se espera que el proyecto Sal de Vida -una planta de salmuera de litio de grado de batería- llegue a la producción inicial de 15000 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente (LCE) en su primera etapa. ¿Cuántas baterías representa esa cantidad? En promedio, los autos eléctricos usan baterías de aproximadamente 50 Kwh. Pero ese número es muy relativo, porque depende del tipo de vehículo y del tipo de batería. Por eso en la industria se habla del consumo en Mwh o Kwh.
Según estimaciones, la planta catamarqueña aportaría -en principio- suficiente litio para la fabricación de unas 400 baterías para autos. En términos de exportaciones (con un valor aproximado de 30 mil dólares cada tonelada de litio) la compañía australiana prevé operaciones por unos 450 millones de dólares. Esto se sumará a lo que la empresa exporta con otros proyectos, cifra que alcanzó el último año los 600 millones de dólares. “Allkem -empresa formada por la fusión de Galaxy Resources y Orocobre, quinto mayor productor de litio a nivel mundial- tiene una relación de 10 a 1 entre exportaciones e importaciones”, remarcaron desde la empresa.
“Estamos orgullosos de aliarnos con IFC para garantizar operaciones seguras y sostenibles, productos responsables y comunidades prósperas a largo plazo. Este financiamiento es súper necesario para el crecimiento del país, porque esto viabiliza poder invertir en contextos volátiles”, dijo el director gerente y CEO de Allkem, Martín Pérez de Solay. “Acordamos establecer los más altos estándares de sostenibilidad para Sal de Vida, de modo de contribuir a la economía de Catamarca a través de empleo local, el desarrollo de cadenas productivas locales y programas de desarrollo comunitario”.
El crédito fue otorgado luego de una revisión ambiental y social del IFC, que se extendió durante un periodo de más de 12 meses, lo que le valió la categoría de préstamo verde. Vinculado a la sostenibilidad, el financiamiento llega emparejado con ciertos objetivos clave: aumentar la participación de mujeres en la fuerza laboral de Sal de Vida del 10% en 2022 al 26% para 2030 y expandir el uso de energía renovable en el ciclo de producción al 50% para 2030.
“Nuestra inversión en Allkem es parte de la estrategia de IFC para desarrollar cadenas de suministro globales que aceleren la transición hacia un futuro bajo en carbono y al mismo tiempo generen puestos de trabajo”, señaló Makhtar Diop, director gerente de IFC. “Fortalecerá la posición de Argentina como uno de los principales productores de litio a nivel mundial y ayudará a establecer altos estándares de sostenibilidad para la industria”, añadió.
La revisión de IFC incluyó reuniones técnicas con los equipos y consultores de Allkem en todos los lugares visitados y reuniones y entrevistas con trabajadores y contratistas. También, según pudo saber este medio, se realizaron entrevistas y reuniones con actores de Ciénaga Redonda, Antofalla, Villa de Antofagasta de la Sierra y El Peñón.
“El IFC puede apalancar su capacidad única y las del Grupo Banco Mundial para proveer soluciones flexibles y a medida de las necesidades específicas para la ejecución de proyectos”, advirtió Allkem, y reforzó: “Adicionalmente, puede mitigar el riesgo político mediante el relacionamiento del Banco Mundial con el gobierno de Argentina”.
Sal de vida
La Argentina -el cuarto productor del mineral a nivel global, luego de Australia, Chile y China– es dueño de un atractivo que se ha convertido en la apuesta desde el más conservador sector económico hasta el progresismo político. Y es que en materia de reservas –recursos que se traducen en viabilidad económica de explotación-, el país se posiciona en tercer lugar del podio con 35% de los recursos mundiales, sólo superado por Australia y Chile. Así, el juego nacional de la explotación del mineral más liviano del mundo se encuentra en expansión y promete ser una de las recetas para el ingreso de dólares.
En particular, el proyecto Sal de Vida consiste en la construcción y operación de una mina de litio en el salar del Hombre Muerto, una salina ubicada en Catamarca, y el segundo más grande del país.
¿Cómo es el proceso para la extracción de litio? El procedimiento se basa principalmente en la evaporación natural de una salmuera que se extrae de un acuífero a profundidades entre 200 y 300 metros, ubicadas en 8 pozos con bombas sumergibles.
“Los componentes principales del proyecto incluyen un campo de pozos y un sistema de distribución de salmuera, estanques de evaporación solar de halita y muriato, planta de producción primaria de carbonato de litio (LCE) y encalado, reservas de descarte de sal e infraestructura auxiliar (edificios de campamento, administrativos y de apoyo)”, explicaron con tecnicismo desde Allkem.
La tasa de producción estimada es de 15 mil toneladas por año de LCE por aproximadamente 40 años, es decir, 600.000 toneladas de producto que serán transportadas a los puertos de Antofagasta en Chile o a los puertos de Rosario o Buenos Aires en Argentina, para exportar a los mercados europeos y estadounidenses como un componente clave para los vehículos eléctricos.
¿Cuánto deja la minería de litio? En principio, 3% en regalías. Durante el último año fiscal, Allkem pagó 29 millones de dólares en concepto de regalías provinciales y más de 10 millones de dólares en derechos de exportación. “También realizó aportes por más de 44 millones a las comunidades locales, sin incluir contratos de abastecimiento y salarios”, informaron. La proyección es que esa cifra escale significativamente con la expansión operativa en el Salar de Olaroz– la planta ubicada en Jujuy-, que sumará 1000 millones de dólares en exportaciones, y la puesta en funcionamiento de Sal de Vida, que estima generar otros 450 millones de dólares en exportaciones.
Hasta ahora, en la Argentina hay tres plantas que se encuentran en proceso de extracción de litio. Salar de Olaroz, de la empresa Sales de Jujuy, cuyo principal accionista es también Alkem, en sociedad con la compañía provincial Minería Sociedad del Estado (Jemse). El segundo proyecto jujeño en operación es Cauchari-Olaroz, de la minera Exar, una compañía argentina cuyos accionistas son la canadiense Lithium Americas Corp (LAC) y la china Ganfeng Lithium.
El tercer proyecto litífero operativo en la Argentina está en Catamarca: el Salar del Hombre Muerto, de la empresa estadounidense Livent, que recientemente anunció su fusión a Allkem Limitied para dar origen a la creación de una gigante multinacional valuada en US$10.900 millones. Entre Jujuy, Catamarca y Salta, la Argentina tiene, además de los tres proyectos en operación, seis en construcción, ocho en estudios de factibilidad y 15 en estado de exploración.
Según datos de la secretaría de Minería de la Nación, la Argentina actualmente se posiciona en el mercado con una capacidad de producción instalada de 37,5 mil toneladas de carbonato de litio y una producción anual promedio de 33 mil toneladas. El Gobierno estima que en el corto plazo, los cuatro proyectos de litio que se encuentran en construcción -entre ellos, Sal de Vida- entren en producción en el noreste argentino. A la iniciativa de Allkem de sumarán Centenario-Ratones de la empresa francesa Eramet; Sal de Oro, de la surcoreana POSCO; y Tres Quebradas, de la empresa china, Zijin Mining Group. Estos, junto a los tres proyectos que ya se encuentran en operación y en vías de expansión, permitirán aumentar la capacidad productiva a más de 200 mil toneladas, por el equivalente a 5653 millones de dólares en 2025.