El subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti, destacó el avance que tuvieron las energías renovables en los últimos meses, en el plenario del Consejo Federal de Energía Eléctrica (CFEE) que se realizó días atrás en Tucumán y en el que participó junto a la secretaria de Energía Flavia Royón y al gobernador Osvalo Jaldo.
“Durante el segundo trimestre del año se incorporaron 173 Megavatios de potencia de energías renovables, y llegamos así a los 5.400 MW de potencia instalada de esta fuente en todo el país”, sostuvo Yanotti.
En este sentido, el subsecretario resaltó “la decisión política de incentivar este tipo de generación eléctrica, con el objetivo de diversificar nuestra matriz y contribuir al proceso de transición energética que lleva adelante la Argentina”. Recordó así que en julio se realizó la adjudicación de 620 MW a través de la Licitación de Generación de Energía Renovable “RenMDI” que, con casi 100 nuevos proyectos distribuidos en 19 provincias, reafirma “el impulso de ir hacia una matriz energética limpia y federal y que incorpora prácticamente a todas las tecnologías tales como pequeños aprovechamientos hidroeléctricos, eólicas, solar fotovoltaica, biomasa y biogás”.
Yanotti destacó además que “con lo que tenemos hoy en energías renovables en nuestra matriz, alcanza para proveer a 6 millones de hogares en toda la Argentina”, y enfatizó: “seguimos rompiendo récords en generación de renovables y vamos camino a cumplir los compromisos internacionales asumidos por el país.”
AgendAR observa:
Los datos de consumo de energía en la Argentina de 2022 fueron: gas natural 45,64%, petróleo y combustibles líquidos 38,24%, hidroeléctrica 6,22%, eólica 3,69%, nuclear 1,87%, carbón 1,44%, solar 0,77%, otras renovables 0,75%. Bajados de «The World in Data».
El bajón de hidroelectricidad de 2022 se explica por tres años consecutivos de sequía, algo antes nunca visto, pero pinta que debido al recalentamiento global lo veremos más seguido de lo que querríamos. Está en tela de juicio que en el mediano plazo la hidroelectricidad pueda seguir considerándose una fuente energética «de base», la que aporta megavatios hora predeciblemente 24x7x365.
El bajón de nuclear es por la reparación, todavía en curso, de Atucha 2.
Se optó por comparar consumos y no producciones, para descontar las pérdidas por transmisión a larga distancia de las hidroeléctricas del Comahue y de Yacyretá, que son considerables, y proporcionales a las distancias y las temperaturas ambientes.
Argentina es un país a carbono, el elemento favorito de la Secretaría de Energía en la tabla química. Sumando petróleo y gas dan el 83,88% del consumo. El carbón de Río Turbio no lo contamos porque rara vez suma. La nuclear sigue teniendo sólo tres centrales desde 2014, y para vergüenza del país y daño de sus industrias metalmecánicas y electromecánicas, son las mismas tres que estaban en 1981, una en servicio, dos en obra.
La nuclear es el único recurso de base capaz de ir reemplazando a los hidrocarburos e ignorar las sequías históricas, y además, hacerlo con tecnología argentina. Pero el uranio no es el recurso favorito de la Secretaría de Energía, ese club petrolero.
El total de renovables con hidroelectricidad incluida, fue del 11,43, y sin hidroelectricidad, del 5,21%. Esa última cifra es el resultado de turbinas eólicas y paneles fotovoltaicos 100% importados y libres de impuestos, sin casi crear trabajo nacional. Lo único que puso la Argentina fue el viento. El sol, a discutir. No es muy argentino.
¿Un récord? Sí, ponele. ¿De qué?
Daniel E. Arias